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Junto a los puentes-gruas de Astilleros, otra impactante imagen de construcción industrial, estas dos torres eléctricas gemelas dan cuerpo a la puerta de la ciudad desde la tierra firme, llegando a convertirse en inevitable referencia del perfil territorial de una ciudad milenaria. Responden a un diseño del ingeniero italiano Toscano, estando cada una de ellas esta constituida por un mástil de 150 m. de altura coronado por cruceta, construidas con una estructura metálica de impecable diseño y ejecución, con la función de soportar una catenaria de cables eléctricos de1600 m. sobre la embocadura del saco interior de la Bahía de Cádiz, desde Trocadero a Puntales. Fueron adquiridas por el I.N.I. al E.N.I. italiano, que las fabricó en paralelo a las que esta institución colocaría en el estrecho de Messina, siendo, junto a éstas, de 220 m. de altura, las torres eléctricas de mayor altura en el mundo. Su forma exterior viene dada por el desarrollo en vertical de una forma circular que origina un mástil metálico troncocónico con leve curvatura. Éste arranca en la base con un diámetro de 20,70 m. para morir en 6 m. en su punto más elevado, donde se articula el travesaño horizontal que sustenta las catenarias. En el interior encontramos un espacio dinámico, en el que el desarrollo en espiral de la escalera, que asciende a la cumbre adosándose a la pared exterior de la celosía metálica, crea un juego formal de gran interés gracias a su continuidad de apariencia ilimitada. Por otra parte, su reciente iluminación ha contribuido a acentuar el carácter de hito territorial que han alcanzado estos cuidados elementos ingenieriles.