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Situado en un solar triangular que conforma una de las esquinas más significativas de la ciudad, en el borde del casco histórico de la misma cuando se encuentra con los espacios abiertos del parque y el puerto, el edificio del Hotel "Málaga Palacio" hace de esta privilegiada ubicación urbana su tema principal de proyecto. La referencia indiscutible es el madrileño edificio "Capitol", lo que denota el salto cualitativo que, a las puertas de la década de los '60, se iba a producir en la capital malagueña hacia una arquitectura de un carácter marcadamente metropolitano.
El edificio hace de su poderosa esquina semicilíndrica, con catorce plantas de altura, el punto de partida de un discurso marcadamente expresionista. De ella parten una serie de terrazas que, a modo de bandas horizontales, tienden a diluirse sobre las dos fachadas laterales en un gesto pretendidamente dinámico. En las plantas superiores estas terrazas desaparecen parcialmente para volver a marcar la preeminencia de la esquina semicilíndrica. La imagen del conjunto es impactante, un volumen blando pero altivo, oradado por franjas de profundas sombras horizontales, que generan una nueva monumentalidad que celebra lo urbano como un valor de modernidad.