La creación de esta Alameda en 1574 fue sin duda la gran remodelación urbanística de la ciudad a fines del siglo XVI. Hasta ese momento había sido un terreno pantonoso motivo de continuas desgracias para la ciudad. Ante tal situación el Conde de Barajas Francisco Zapata, a la sazón asistente de la ciudad, decidió sanear el sector secando la laguna y realizando un paseo.
Se plantaron árboles organizándose grandes avenidas en las que fueron instaladas diversas fuentes. En el remate de uno de sus extremos se ubicaron dos colosales columnas sobre las que se situaron los héroes Julio César y Hércules. Las otras dos columnas y el resto de las fuentes fueron levantadas en el siglo XVIII por iniciativa del asistente don Ramón de Larrumbe. En estas columnas se colocaron los leones que sostienen escudos realizados por el escultor Cayetano de Acosta.
Hoy en día ya no existen las numerosas fuentes que la decoraron y han desaparecido los álamos que marcaban las avenidas, quedando tan sólo las columnas que fueron extraidas del templo romano situado en la calle Mármoles desde donde en 1574 fueron trasladadas. Sus capiteles, aunque también reaprovechados fueron trabajados por el cantero Francisco Sánchez y los pedestales que se ubican sobre estos para soportar las estatuas fueron realizados por Diego de Pesquera. La obra fue inaugurada en 1578 como se lee en el pedestal de la figura de Julio Cesar.