Cristóbal Gómez.
1589.
181,80 x 103,60 cm.
Palacio Arzobispal.
Restauradores: Carmen Alvarez
Delgado y Celia Márquez
Goncer.
La pintura representa a la Virgen Inmaculada, redeada del sol, la luna y atributos de las letanias lauretanas. En la zona inferior central, se encuentra la firma del autor y la fecha de ejecución.
El cuadro está realizado sobre soporte de madera, formado por tres piezas unidas en sentido vertical siendo las dos laterales, más estrechas, de madera de roble y la central más ancha, compacta y blanda aún sin identificar. Las piezas están encoladas entre sí a unión viva. Como refuerzo tiene dos listones horizontales encajados en unas guías no paralelas para compensar movimientos y por ocho colas de milano embutidas en sus cajas y encoladas.
La obra está enmarcada por un doble marco, no original, fijado por puntillas en los perfiles y pegado por el anverso sobre el soporte de madera bloqueando el conjunto de los paneles. Los daños que presentan son: ataques de hongos muy localizados que ennegrecen la madera y la fraccionan de forma cúbica. Invasión de insectos xilófagos.
Separación de las tres piezas excepto en la zona superior derecha y centro izquierda. Presenta grietas que afectan a la preparación y color localizadas en la zona superior e inferior siguiendo el sentido de la veta de la madera. También aparecen pequeñas astillas.
La preparación es de color blanco aplicada directamente sobre el soporte madera. La capa pictórica está realizada al temple oleoso, presenta un fino craquelado. Los daños que presentan ambas capas son pequeños levantamientos, desprendimientos en las juntas de los paneles, suciedad acumulada en los bordes, manchas puntuales por salpicaduras de productos abrasivos y está cubierta totalmente de un fino barniz amarillento.
Tratamiento: