21/060/011
El chalet Pérez Carasa es una copia casi exacta de otro anterior que el mismo arquitecto construyó en el borde marítimo, y fue destruido por un temporal. Se trata de una vivienda unifamiliar aislada, situada en la playa de Punta Umbría, que es utilizada como residencia de vacaciones. El edificio retoma una tipología tradicional en la zona, y se eleva del terreno mediante pilotes, liberando así la planta baja como zona de jardín y de servicios complementarios a la residencia. En la planta superior también se retoman temas locales, como es el del porche de acceso desde la playa, o el del mirador circular del salón, si bien la distribución general responde más a criterios meramente funcionalistas, que pretenden aprovechar al máximo las posibilidades ofrecidas por la planta libre generada por la estructura de pórticos de hormigón de que consta el edificio.
La imagen exterior del mismo evidencia un racionalismo impecable, afianzado a partir de detalles constructivos muy rigurosos y depurados. La expresividad del edificio se confía a una serie de juegos volumétricos que consisten tanto en el retranqueo de los planos de la planta de cubiertas del chalet, como en la combinación de prismas rectangulares con una serie de volúmenes y planos circulares, que contrastan y resaltan sobre los anteriores. La animada volumetría del chalet Pérez Carasa y su sobriedad expresiva, convierten a este edificio en uno de los prototipos más acertados del arquitecto, cuyas pautas repetirá posteriormente en obras similares.