Actualmente se encuentra en estado de semirruína esta significativa edificación rural situada en el Pago de las Caleras, término de Écija. La distribución de sus distintas dependencias comprendía un patio de tránsito con los trojes, una gran nave para la viga que contenía dos calles longitudinales separadas por arcos de medio punto sobre pilares; los muros son de tapial y las tinajas para almacenamiento de aceite estaban empotradas en el suelo.

Contaba con torre de contrapeso, almacenes, caballerizas, habitaciones para trabajadores, vivienda de casero y señorío, junto al cual se situaba la capilla dotada de espadaña.

Existe constancia documental de que en 1793 en esta capilla se celebraba culto. Es de una sola planta y se compone de una pieza rectangular con cubierta a dos aguas de teja árabe.

En su interior, se contemplaba un retablo de medianas proporciones en madera tallada, dorado y policromado de estética rococó, en el que se exponía un lienzo representando a la Virgen del Valle flanqueado por decoración en rocallas y que podría datarse en la primera mitad del siglo XVIII. Dicho retablo ha sido desmontado por la propiedad y trasladado a su residencia urbana de Écija.