La ciudad histórica de Écija es, dentro de la provincia de Sevilla, la que mejor conserva y con más caracteres propios, la construcción urbana del siglo XVIII.
Aunque en líneas generales las casas siguen la distribución típica de la vivienda sevillana del setecientos, las principales presentan ciertas modalidades propias de esta localidad, que se reflejan singularmente en la organización de la planta baja.
El modelo frecuente incluye, en el mismo recinto de la construcción, la vivienda y la casa de labor, aunque con una independencia claramente acusada. Aquella se centra con el espacioso apeadero descubierto en el que se distribuyen la casa-puerta, las caballerizas y carroceras, la gran escalera y la puerta del patio, al que a veces se ingresa por debajo de la propia escalera. El patio, por regla general, es de grandes proporciones y no suele estar situado en el centro de la edificación, hasta el punto de que alguno de sus muros se corresponden con los exteriores de la calle.
Las casas de labor se dividen en dos tipos bien diferenciados: las muy importantes con patio porticado, gran cocina que servía de tinelo o comedor de la servidumbre, y graneros en plantas baja y alta; otras tienen una distribución más corriente, incluyendo alrededor de un patio la almazara o molino de aceite, graneros y caballerizas.
Las fachadas cuentan con características propias de la comarca, destacando su gran riqueza ornamental; al contrario de lo que sucede en la casa sevillana, se componen en ladrillo en limpio o enlucidos con pinturas al fresco, técnica decorativa muy desarrollada en la ciudad desde la Edad Media. Frecuentemente suelen tener dos cuerpos, no usándose el sobrado con tanta frecuencia como en la capital. Los aleros y los mismos balcones tienen mucho vuelo sobre bovedillas pintadas que les sirven de guardapolvos.
Las portadas, construidas en piedra o en ladrillo cortado, son muy ricas en ornamentación y forman uno de los conjunto más interesantes de la provincia de Sevilla. También los miradores son elementos expresivos de estas fachadas, llegando algunos a obtener la categoría de torres.