El edificio está muy alterado por continuas modificaciones, por lo que se conserva muy reestructurado habiendo perdido la Torre de Viga, trojes, patios, etc.
Desconocemos si tiene algún resto del Oratorio en el interior, conservando sólo una pequeña espadaña. Su campana fue fundida de nuevo y donada a la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Écija.