En el nº 2 de la calle Parteras se conserva un pequeño retablo dedicado a Nuestra Señora del Valle, cuyo origen parece haber sido la sustitución, en los años 60, de una pintura mural de la Patrona, antigua y deteriorada, situada en la fachada de la casa. Es de trazas muy simples, alojándose en un vano rectangular, protegido por un pequeño balconcillo de hierro forjado.
La imagen está pintada al óleo sobre chapa de 72 por 44 cm., destacando los rasgos características del manto y ráfagas con que procesiona actualmente. Según testimonios verbales, fue pintada por Don José Arraz Aguilar, conservando un marco, de color azul celeste, que evoca la simbología mariana de la Inmaculada Concepción.