Enlace a Junta de Andalucía Se abrirá en una nueva ventana
Enlace a Consejería de Cultura Se abrirá en una nueva ventana

Devociones en la calle

Devociones en la calle

Triunfo de la Virgen del Valle

El Triunfo de la Virgen del Valle y San Pablo está situado en la Plazuela de Santa María, y fue erigido en 1766, por la devoción del Coronel de Caballería D. Francisco Reinoso y Espinosa.

En 1868, y al hilo de las medidas desacralizadoras de la vía pública llevadas a cabo por la Junta Revolucionaria de Écija, nacida con la Gloriosa y tras el derrocamiento de la Monarquía, se instruye un expediente de derribo del monumento, a petición del Alcalde segundo D. José Morales y González, basándose en que dicho monumento amenazaba ruina, considerándolo un obstáculo para personas y carruajes, además de servir de muladar a las casas vecinas y conservarse en muy mal estado, ya que se habían dejado crecer unas higueras que introducían sus raíces en las juntas de las piedras, y porque se perpetraban impúdicas, escandalosas e inmundas escenas a sus pies.

La Junta Revolucionaria hizo pública la decisión de demoler el triunfo, por si alguien reclamaba su propiedad, con fecha  20 de octubre del mismo año, acordando también que el derribo se ejecutase con la moderación y cordura que reclaman los objetos sagrados, dejando la efigie a disposición del Sr. Arcipreste Vicario Eclesiástico de la Ciudad, para que dispusiera de su traslado al lugar que considerase oportuno. En Cabildo Ordinario celebrado el 7 de Noviembre de 1868, se dio cuenta de una solicitud del cura de la Parroquia de Santa María, D. José María de Ostos y Espada, quien en representación de varios feligreses ofrecía costear la restauración de dicho triunfo, y que se cediera la propiedad del mismo a la Parroquia, solicitud que fue denegada. Poco después, el 1 de Diciembre del mismo año, la Condesa viuda de Valverde propuso al Ayuntamiento correr con los gastos de su restauración, incluyendo también la colocación de cuatro faroles para la iluminación nocturna, a lo que accedió el Cabildo.

Los motivos expuestos por el Ayuntamiento Revolucionario para derribar el monumento, se basaban sobre todo en el abandono público en el que estaba envuelto el triunfo, algo incierto ya que la parroquia de Santa María abonó en 1846 a don José María Barros, maestro albañil, la cantidad de 11 reales "...por una composición hecha / en el triunfo que está en la Pla / za de esta Iglesia", por lo que suponemos que esta fábrica destinó a lo largo del siglo XIX pequeñas partidas para componer y adecentar el monumento.

Garay y Conde nos lo describe de la siguiente forma: "... la base o primer cuerpo es cuadrilátero, con columnas apilastradas, un antepecho balaustrado sobre su cornisa y en su centro el blasón o escudo de armas del fundador; en los cuatro ángulos tiene toscos remates para colocar el alumbrado, el segundo, bastante más elevado, es de forma triangular y en el frente que da a la Plaza Mayor hay un nicho en que está la efigie de nuestro Santo tutelar en posición de demandar perdón, sosteniendo su espada un ángel que está en el lado derecho; en dicho frente hay labores bastante ordinarias, las andas de Écija bajo un dosel con coronas, y en dos óvalos una torre y un ciprés; el último cuerpo es una gran nube sostenida por ángeles de cuerpo entero que sirve de trono a nuestra amada Patrona ...". Tras la descripción deja patente el gusto neoclásico imperante en el siglo XIX con estas palabras: "... si el dibujante fue poquísimo feliz en su invención, el que manejó el cincel no estuvo más aventajado ...".

En 1992 y por iniciativa municipal, se procedió a la limpieza y consolidación del monumento, colocándole un nuevo alumbrado público así como enmarcando su perímetro con marmolillos unidos con cadenas, inspirados en fotografías históricas del siglo pasado.

ÁLBUM HISTÓRICO