En la casa número 17 de la calle Sor ángela de la Cruz, junto a la portada de ladrillo con dintel adovelado y balaustres que limitan lateralmente el conjunto, encontramos, a la altura del balcón principal, un retablo dedicado a la Virgen de la Soledad. En su origen albergó un lienzo en el que se representaba a la citada imagen tal y como procesionaba en el siglo XVIII, conservando el ajuar y la forma acampanada de las vestiduras propias de la época.
Creemos que el lienzo fue sustituido, por un azulejo cerámico realizado por la Fábrica de Cerámica de Santa Ana de Triana, en la década de los setenta, copiando el azulejo las características del lienzo. Su estructura es muy simple, reduciéndose la decoración a una gran venera gallonada que corona la hornacina que aloja el azulejo.