El retablo representa a Nuestro Padre Jesús Nazareno, titular de la hermandad conocida popularmente por el Silencio de San Juan. Erigido por Dª Rosario Fernández Espinosa en memoria de su difunto marido el año de 1962.
Las líneas estructurales recogen la tradición sevillana de siglos anteriores, destacando su sobriedad: tejaroz bícromo, azulejos cerámicos que representan la efigie del Nazareno de medio cuerpo con inscripción, rodeado por una cenefa y un pequeño balcón donde los vecinos colocan jarrones con flores. Este retablo representa al titular de la hermandad, aún con la cruz de carey y plata con la que procesionó desde el siglo XVIII hasta principios de los años 60 del presente, fecha en la que fue vendida a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Penas, sita en la Iglesia de San Vicente, de Sevilla
Con motivo de la restauración de la iglesia de San Juan Bautista, por la Escuela Talles formada a tal efecto, el retablo callejero ha sido trasladado junto a la puerta principal de acceso, siendo desprovisto del tejaroz y balconcillo.