Situada junto a la denominada puerta de Estepa y sobre un lienzo de muralla, se encuentra una capilla dedicada a la Virgen de Belén. Es de grandes proporciones y simula un gran balcón embutido en la muralla que alberga sobre una mesa de altar, adosada al testero, un lienzo de tela de lino de trama gruesa y tupida pintado al óleo. La composición está formada por un coro de ángeles que, en su vuelo, portan flores y, a su vez, corren una cortina que deja ver, como tema central, a la Virgen dándole el pecho al Niño Jesús. El lienzo se encuentra protegido por un cierre acristalado al que se adosan varias hojas de madera, a modo de políptico, cuya finalidad es la de proteger al cuadro ante las inclemencias del tiempo.
La capilla estuvo rematada por un antepecho mixtilíneo, desmantelado en 1.896 por su estado ruinoso. En 1908 se llevará a cabo una reforma financiada por los señores de Albornoz, que le darán el aspecto que actualmente conserva: techumbre de tejas planas a un frente, dejando ver en su interior las vigas de madera que la sostienen. En 1984 la restauración del lienzo fue encargada a Rocío Campos y María José Robina. En la actualidad se encuentra en proceso de restauración.
A principios de 2007, ha sido consolidada y restaurada la capilla. Las obras han sido promovidas por el Excmo. Ayuntamiento de Écija y financiadas por la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía. El proyecto ha sido dirigido por el Arquitecto Fernando J. González Beviá y ejecutadas por la Empresa CLAR.
En esta intervención se han recuperado las pinturas murales y esgrafiados que decoraban las paredes interiores de la capilla, sobre fondo celeste se repite el mismo elemento decorativo: la flor de lis pintada en amarillo. El cuadro central ha sido despojado del cierro de cristales y de los portalones laterales abatibles, siendo sustituidos por una plancha de transparente.