Fundación
La fundación se remonta al periodo comprendido entre 1353 y 1383, perteneciendo a la Orden de Predicadores de Santo Domingo hasta la exclaustración, pasando luego a la jurisdicción ordinaria y volviendo la Orden a tomar posesión de la iglesia hacia 1970 viéndose obligados a volverla a cerrar al culto unos años después. Desde 2004 la iglesia y dependencias anexas están cedidas a la Congregación Operarios del Reino de Cristo.El monasterio se asentó en las casas propiedad de D. Lorenzo Fernández de Tejada, su fundador. Este convento gozó de gran popularidad entre la nobleza ecijana ya que entre sus mecenas figuraron personajes como Lópe álvarez de Henestrosa; Alonso y Gonzalo de Zayas; el Marqués de Alcañices y de los Balbases, Duque de Algete y de Alburquerque, entre otros.
Iglesia
La iglesia consta de tres naves y crucero, a la que se accede desde la calle por una portada con decoración de azulejos que da paso al compás donde se sitúa la inacabada torre, y desde éste se accede a la iglesia mediante una portada barroca realizada en ladrillo. El convento, aledaño a la iglesia, contaba con todas las dependencias que caracterizan a este tipo de construcciones: refectorio, biblioteca, cocinas, dormitorios, claustros, etc. El claustro principal estaba formado por 38 columnas. Todas estas edificaciones desaparecieron al ser derribadas en el siglo XX.
En general responde al tipo de iglesia gótico-mudéjar aunque las sucesivas reformas y reconstrucciones han enmascarado los elementos característicos originarios. La nave central se cubre por armadura de lacería, mientras que las laterales con bóveda de arista. El crucero tiene bóveda de cañón con lunetos y cúpula de media naranja sobre pechinas.
En la nave colateral del Evangelio se sitúa el camarín de Santo Domingo con decoración de yeserías barrocas en el interior, reflejando al exterior cúpula hexagonal con linterna, con decoración de azulejos y pinturas murales en las ventanas.
A los pies de la nave del Evangelio está la capilla de la Virgen del Rosario que se inauguró en 1761, es planta de cruz latina con una sola nave cubierta por tramos de bóvedas de arista con cúpula en el antealtar, de gran riqueza decorativa. Está considerada como el máximo exponente del barroco ecijano.
Portadas
La portada del Convento es de dos cuerpos bien diferenciados, el primero se organiza en torno a un arco de medio punto flanqueado por pilastras toscanas, sobre estas hay un friso recorrido por ménsulas, que sostiene a una cornisa moldurada que sobresale del plano del muro o pared, esta estructura sirve de apoyo a dos pedestales con copetes. En el centro se eleva un edículo adintelado flanqueado por pilastras que arrancan de sendos pinjantes, rematado por un frontón triangular coronado con remates piramidales, que contiene un panel de azulejos que representa la aparición del Apóstol San Pablo. Toda la portada ofrece un interesante juego polícromo en la que contrastan las superficies blancas, el ladrillo abitolado y la aplicación de azulejos.
El retablo cerámico fue instalado en el lugar que hoy ocupa en 1937 con motivo del quinto centenario del Milagro de San Pablo, aprovechándose la ocasión para restaurar la portada que da acceso al compás del convento.
Torre
La torre, iniciada en la segunda mitad del siglo XVIII, quedó inacabada a la altura del primer cuerpo de campanas. El conjunto presenta gran sabor clasicista, el cuerpo de campanas de cuatro vanos, se articula por medio de columnas toscanas de ladrillos sobre podios que sustentan una cornisa de triglifos y metopas, el segundo cuerpo presenta un antepecho con remates cerámicos. En la caña destaca un balcón muy decorado realizado en ladrillo limpio.