Fundación
Pertenece a la Comunidad de Carmelitas Descalzas, conocida popularmente como Las Teresas.
Las primeras gestiones para asentar un convento de Carmelitas Descalzas en Écija se inician en 1614, culminando el 3 de septiembre de 1636 en unas casas situadas en la Puerta de Palma. Para la fundación del nuevo convento se eligió como Prelada a la Madre Juana de la Santísima Trinidad, Duquesa de Béjar, quien organizó el convento y la comunidad con otras monjas procedentes de los conventos de Sevilla, Sanlúcar La Mayor, Lucena, etc.
Consta que los fundadores fueron D. Pablo Barragán y su esposa Dª Ana de Torres, apoyados por Dª Beatriz de Mantilla. Por ser insuficiente el lugar elegido para la fundación, la comunidad se planteó la necesidad de trasladarse a otro inmueble más capaz. Por ello, en 1641, alquilaron a la Marquesa de Almenara el Palacio de los Condes de Palma, que compraron con posterioridad en 12.000 ducados, asentándose definitivamente en las referidas casas en 1643, procediéndose a partir de este momento a la edificación de la iglesia y otras dependencias.
Al convento se accede mediante una portada perteneciente al palacio del Conde de Palma que da acceso al compás y torno, quedando la iglesia a la izquierda, en cuya cabecera se encuentra la espadaña.
Iglesia
La adaptación de unas dependencias para iglesia así como su exhorno interior fue posible gracias a la dote de Sor Paula de San José y a las limosnas que su tío enviaba desde las Indias. Las obras comenzaron el 22 de julio de 1655 finalizando un año después.
Consta de una sola nave cubierta por bóveda de cañón con lunetos y media naranja en el presbiterio. Tiene coros alto y bajo, situándose el primero en la prolongación de la nave sobre la puerta mudéjar de acceso, y el segundo en el muro de la Epístola del presbiterio.
Palacio
Son muy numerosos e importantes los restos del antiguo palacio mudéjar de los Condes de Palma que se conservan en el interior de las dependencias conventuales, aunque por su condición de clausura resulta difícil aportar documentación gráfica.
No obstante permanecen sus estructuras y la organización original del espacio así como el tipo de decoración, los patios con galerías, el predominio de las proporciones cuadradas, los vanos encuadrados por alfices y, frecuentemente, partidos mediante ajimez, las decoraciones planas, predominando las yeserías, etc.
Portada
Realizada en piedra es de dos cuerpos, el primero se articula en torno a un gran vano de medio punto formado por grandes dovelas y enmarcado por un alfiz con decoración de cardinas góticas, situándose en sus enjutas los escudos heráldicos surmontados por águilas, de los Condes de Palma, D. Antonio de Portocarrero y Vega en el lado derecho y el de su esposa Dª Sancha de Guzmán en el lado izquierdo.
El segundo cuerpo consta de tres vanos enmarcados por arcos conopiales, resaltando el central, no sólo en tamaño, sino también por la rica decoración gótica que posee. Estos vanos fueron sellados en época incierta, albergando la pintura mural de San José en el central y el escudo del Carmen Descalzo en los laterales, pinturas que fueron realizadas por J. Gómez en 1916, según se desprende del informe de restauración. Remata el conjunto un pelícano flanqueado por estachas marineras que se enrollan en sendos carreteles de clara influencia del Gótico Manuelino portugués, todo ello delimitado en altura por una banda de bolas.
Esta portada fue construida a finales del siglo XV por D. Lorenzo Suárez de Figueroa, Primer Conde de Feria, quien poseía señoríos en pueblos fronterizos con Portugal, de ahí la influencia del estilo Manuelino en la utilización de los motivos marineros.
A principios de 2007 el conjunto de la portada ha sido restaurado. Las obras fueron promovidas por el Excmo. Ayuntamiento de Écija y financiadas por la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte de la Junta de Andalucía.
Espadaña
Presenta gran sencillez tanto en elementos arquitectónicos como en decoración. Consta de dos cuerpos y dos vanos, en los que destaca la utilización del frontón partido como remate del cuerpo inferior del que emerge el superior que se remata por un frontón curvo coronado por una cruz de forja flanqueada por remates piramidales. Su singularidad queda patente en la bicromía de almagre y albero que resaltan las pilastras, frontones y remates.
Debido al mal estado de conservación y al inminente desplome que presentaba, fue restaurada entre el 2003 y 2004 con la intervención del Ayuntamiento, la Consejería de Cultura y la Asociación de Amigos de Écija.