Situada en la calle Avendaño, el origen de este edificio estuvo ligado a la existencia de una pequeña capilla abierta dedicada a la advocación de Nuestra Señora de Belén, reformada y ampliada durante la segunda mitad del siglo XVIII.

Consta de una sola nave, cubierta por bóveda de cañón con lunetos y cúpula de media naranja sobre pechinas en el crucero.

Exteriormente, la media naranja se remata por una linterna octogonal con vanos en cuatro frentes, presentando en sus ángulos pilastras de perfil ondulado, coronado por un cupulín bulboso, rodeado de remates cerámicos, que sirve de base a la cruz de forja con veleta.

A los pies de la nave se sitúa la tribuna del coro alto, bajo la cual se abre la puerta principal de acceso al templo.

La imagen titular se encuentra en la actualidad en el retablo de la Capilla Sacramental de la Iglesia parroquial de Santa María.

Tras ser desacralizada, la capilla fue utilizada como almacén del Servicio Nacional del Trigo, pasando luego a Propiedad del Arzobispado de Sevilla dentro de la jurisdicción de la parroquia de Santa María.

En 1967, tras constituirse la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, pasó a depender directamente de la nueva parroquia, siendo cedida a finales de la década de 1990 como sede a la Archicofradía de María Auxiliadora.

La restauración del edificio fue encomendada al arquitecto Javier Madero Garfias, finalizándose en junio de 2004. Esta intervención se sufrago con fondos procedentes de rifas, donativos, etc., así como de la Consejería de Cultura y de Caja Sur.