Nos encontramos ante uno de los más antiguos ejemplos conservados en Écija, fechado a comienzos del siglo XVI.
El inmueble, que se ubica en la Calle Castelar nº 43, presenta una fachada cuyo elemento más destacado es la portada, interesantísima tanto por su diseño como por su ejecución, en ella se aprecian reminiscencias del gótico final. Es de ladrillos con dintel adovelado pero surmontado por arco conopial y medios círculos afrontados en cada una de las dos mitades. Todo el conjunto queda enmarcado por un cordón que hace las veces de alfiz. La decoración de la parte superior, que enmarca una gran vano, es un añadido de época posterior.