Me miran con luz
Cuanto me moló esta técnica... Bastó usar la luz para que, sin tocarme, casi sin darme cuenta, me traspasaran y me vieran cómo era por dentro. ¿Os habéis hecho alguna vez una radiografía? Eso mismo me hicieron a mí, con la diferencia que en lugar de encontrar huesos encontraron unas puntillas y unos alambres que servían para unir las partes de mi cuerpo. Así fue como, por arte de magia, pudieron comprobar que alguno que otro estaba demasiado oxidado. El equipo de restauración va a tener que fijar bien mi cuerpo.


¿Sabéis cuál es esa luz violeta en la que te ves los dientes extremadamente blancos y resalta todo el polvo que hay en tu camiseta? Pues agarraos... esa luz la usan en el IAPH también para descubrir cosas. En mi caso, gracias a esta luz pudieron ver mejor el color rojo intenso de mi colorete original, ese que no se ve bien a simple vista porque está desgastado y porque pintaron encima con otro color. Esta luz es una pasada.

