Fue construido en cedro y decorado con chapa de cobre forjado realizadas en 1761 por el sevillano José Moreno. A la iglesia se abre mediante un edículo en forma de altar rematada por un frontón triangular con el escudo de la orden dominica en el tímpano. La cratícula se cierra con una hermosa reja de color rojo con sus nudos dorados. El conjunto se completa con un cuadro de la Última Cena.