Esta se abre a la plaza y presenta un cuerpo con vano adintelado en cuya clave una tarja, sujeta por angelotes, muestra la Santa Faz. Este vano aparece flanqueado por pares de columnas salomónicas, sobre elevado pedestal, en cuyos intercolumnios dos hornacinas acogen las imágenes de San Agustín y su madre Santa Mónica. Un entablamento da paso al ático donde un frontón partido, flanqueado por dos angelotes, encuadra una hornacina en la que figura una espléndida imagen de Jesús Nazareno con una dinámica postura de esfuerzo y tensión.