Las fundaciones agustinas de esta parte de la geografía andaluza se van a deber a la madre Antonia de Jesús, religiosa procedente del convento de la orden en Granada y mujer de honda valía. Esta monja, dentro de su amplia labor, se propuso fundar un convento en la zona de Cádiz, eligiéndo para la ubicación de esta nueva comunidad, la ciudad de Chiclana. En ella, las Agustinas Recoletas fundarán su convento en 1666, unos años antes del que también realizaron en Medina Sidonia bajo el nombre de Jesús, María y José.
De Granada saldrán Antonia de Jesús, priora; Josefa de San Agustín, subpriora; Isabel de Cristo, sacristana; María de la Asunción, tornera; Ursula de la Madre de Dios, maestra de novicias y Lucía de la Santísima Trinidad, hermana de velo blanco. Ellas formarán la primera comunidad de este convento en Chiclana.