Lugar de reunión para las cuestiones de gobierno y decisiones comunes del monasterio presenta ésta planta rectangular con banco corrido adosado al muro. Este queda decorado con azulejos de Delft que dan forma al respaldar del banco. Preside la sala una Piedad del siglo XVIII. En el lado opuesto nos encontramos la Virgen del Rosario entre dos espléndidas esculturas de San Francisco y San Vicente Ferrer , esta última atribuida al escultor Ignacio Vergara. Arriba dos cuadros de San José y Santa Gertrudis. A lo largo de las paredes laterales, nos encontramos con pinturas de diversos temas tales como: la muerte de San José del siglo XVIII, una Inmaculada, Santa Teresa, San Francisco Javier y San Pedro de Alcántara. En el subsuelo de este recinto, con entrada desde el patio, se encuentra la cripta.