Este se forma con galerías cuya visión recuerda a elementos de arquitectura doméstica de la época, donde el blanco del mármol y de los muros contrasta con el verde de plantas y macetas que lo envuelven. Dada la estrechez de la parcela, la composición del claustro se organiza en dos patios. Estos de dos pisos cada uno, presentan planta cuadrada con pandas de tres arcos de medio punto apoyados en columnas toscanas sobre pedestales, el primero con dos pozos y el segundo con uno, elemento éste característico de la arquitectura residencial gaditana. Ambos patios quedan separados por una crujía en cuyos extremos se ubican dos escaleras de espléndida composición, que permiten la subida a la planta superior.