Desde 1490, en la ermita de San Cristóbal, existía un beaterio, al que llamaban de las "lloronas", por estar obligadas a realizar las labores de plañideras durante los entierros. Se sabe que en 1512 recibieron una importante donación,que les permitió ampliar su casa, siendo, posiblemente, en torno a estas fechas cuando se renueva la capilla en estilo gótico-mudéjar. El 29 de marzo de 1526, éstas santas mujeres se acogen a la Orden de San Agustín, erigiéndose en convento de clausura. En estas construcciones vivirán hasta 1646 las "Monjas viejas", como se les llamaban para distinguirlas de las otras religiosas cuya fundación es mucho más reciente. En ese año deciden trasladarse al centro de la población debido a los continuos corrimientos del terreno en esta zona que ocasionaban grandes destrozos al monasterio. A partir de este momento, la ermita queda abandonada y desligada de la vida del cenobio de agustinas.