Según las crónicas del Monasterio, el 30 de marzo de 1801 nacía Simi Cohen Levíen el seno de una familia judía, que residía en Gibraltar. Su amor por Dios y su fe en la religión cristiana hizo que, cuando tenía 16 años, se escapara de su casa, llegando a la ciudad de Medina el 1 de mayo de 1817, donde recibió el bautismo. Un año más tarde, el día 13 de julio, se abrieron las puertas de la clausura para recibir a esta judía conversa. Profesó el 21 de julio de 1819, llevando una vida casta y pura, de entrega hacia los demás, hasta el día de su muerte, acaecida el 8 de enero de 1887.
Es en una hornacina moderna, abierta en el muro izquierdo del sotocoro, donde se conservan sus restos. En el interior, sobre una repisa, el arca de madera, que le sirve de descanso eterno, pintada a mano con flores por las religiosas. En la misma existen dos cartelas. La primera hace referencia a la religiosa "restos mortales de Sor María Dolores del Amor de Dios Simi Cohen". La segunda, algo más profana, alude a la fecha de construcción de la arqueta y al caballero que la regaló al convento, "Arca de Don Diego de Iparraguirre. (Siglo XVII)".
Por encima del arca, se ha colocado una lápida de mármol, que conmemora el primer centenario de su muerte, "Los peregrinos de Gibraltar en recuerdo del primer centenario de la muerte de la Venerable Madre Amor de Dios Cohen Leví. Enero, 1887-1987", situándose, algo más arriba, el retrato de la religiosa.