Estructuradas en cuatro arquitecturas fingidas, en su interior aparecen escenas de la vida de San Agustín. Presidiendo las pinturas se representó la Consagración episcopal del Santo con un medallón de la Orden sobre él. La escena se completa con las imágenes de la Fe y la Esperanza. A su izquierda, la escena de la Lactancia de San Agustín y sobre ella un óvalo con el busto de Santa Rita. Frente a la escena de la Consagración se ha representado a San Agustín enseñando a sus discípulos rematado por el busto de Santa Clara de Montefalco. En la última escena se muestra a San Agustín lavando los pies a Cristo coronándose con el medallón de Santa Limbania. En la clave de la bóveda aparece el único lienzo que, enmarcado por roleos y tallos, representa a la Coronación de la Virgen.