Mi familia: los títeres

Pertenezco a una gran familia de actores. Actuamos en las plazas, en el teatro, hacemos anuncios en la tele ¡y hasta nos puedes ver en el cine!... pero lejos de ser grandes estrellas de Hollywood, somos unos pésimos actores. No podemos movernos, ni sabemos reír ni llorar… ni siquiera somos capaces de hablar. Y sin embargo llevamos miles de años cautivando a niños y mayores. ¿Cómo? Pues haciendo creer al público que tenemos vida propia cuando en realidad es el titiritero quien nos mueve. Si os fijáis bien, de mi cabeza, de mis brazos y de mis piernas salen unos hilos. El titiriteo tira de ellos desde arriba y así es como consigue moverme. Él se oculta para que no le vea nadie y yo me llevo todos los honores.