Aunque su origen se remonta a la Edad Media, fue el Padre Cristóbal de Santa Catalina el gran impulsor de esta institución benéfica en el siglo XVII. El edifico aparece completamente remodelado por las reformas efectuadas en el siglo XIX.
De la antigua fábrica de la iglesia sólo se conserva la nave, cubierta con un artesonado neomudéjar. A los pies de la misma, aparecen cobijadas en dos estructuras neogóticas las pinturas de Santa Elena y San Dimas, atribuidas al taller de Antonio Castillo. y realizadas a mediados del siglo XVII. En la parte moderna del templo, la cúpula del crucero,se adorna con un rompimiento de gloria en el que aparecen ángeles portando el anagrama de Cristo.