Este se resolvió con galerías formadas con arcos de medio punto realizados en ladrillo. En su centro una graciosa fuente centra la atención, mientras a su alrededor los árboles crecen en sus parterres acompañando a las macetas con plantas que dan gran vistosidad al conjunto. Alrededor del patio las diferentes celdas, el refectorio y las demás dependencias de la clausura. Desde su plana azotea se observa el mirador de las monjas y adosado a uno de las naves del claustro, la iglesia. También desde ella se observa el colegio, que mantienen abierto las religiosas y la vista del rio, cercano a la clausura en tantos aspectos.