Entre la zona del mihrab y la Capilla de San Bartolomé, se situaba la capilla de Santiago, fundada por Domingo de Adalid en el año 1258. De la misma actualmente solo queda el recuerdo, pues han sido varias las remodelaciones que ha sufrido este espacio. En su muro se conservan cuatro arcosolios que sirvieron de enterramientos. En la última restauración se han sacado a la luz la impronta de las pinturas murales que adornaban el recinto. Los escasos restos aún no han sido estudiados, por lo que no se ha podido determinar la fecha de realización de las mismas.