Description
Se encuentra aproximadamente a mitad de camino entre la desviación de la N-324 que da acceso al pueblo y éste. Destaca en el entorno de olivares. El cementerio tiene una planta sensiblemente rectangular, fruto de una ampliación, que comprende la implantación original, en una de sus esquinas. El cerramiento primitivo, de piedra y ladrillo pintados en blanco, entesta a ambos lados del cuerpo principal de ingreso. Cerramientos posteriores se componen de elementos prefabricados de hormigón, con una variada muestra de aparejos, figuras y alturas, (del de soga doblada a entrecalles con resalto) cuerpos salientes y rigidizantes normales en toda altura, que ritman el espacio. La vegetación es una masa abundante de cipreses. El acceso se realiza por una portada de fábrica ejabelgada, flanqueada por pilastras con un falso despiece de sillares llagueados. El cuerpo central, algo adelantado, repite el motivo en las aristas y se toca con una espadaña simple entre pináculos piramidales. Los de las pilastras son mesas sobre bolas en piedra rojiza. Arriba, peto corrido con molduras y sobre bancada huecos de medio punto a la cuerda. El edificio, en la fecha de la investigación (1987), se estaba ampliando mediante un nuevo recinto y una nueva cerca exteriores al mismo. Resultan de interés el edificio de ingreso, la cruz fundacional, la ordenación de sepulturas en el suelo, los primeros conjuntos de nichos y el repertorio de lapidario. Levantado en 1861, la cancela es de 1864, y el primer cadaver se enterró el 20 de noviembre de 1861 (D. Rodrigo José Moreno y Serrano). La ampliación y reforma, obra del arquitecto D. Pedro García del Barrio, por cuenta de la Diputación, constituye una aportación poco comun y destacable en la arquitectura funeraria actual. Existió una curiosa lápida en la que figuraba una hija amamantando a su padre encarcelado, que gracias a este único alimento superó la condena con vida. Todo ello reflejo de una historia con este contenido. Tal lápida fue retirada por sus familiares.