Description
La Hacienda Torre de Doña María se encuentra en el pago homónimo muy próxima al núcleo urbano de Dos Hermanas y al arroyo de las culebras. Su acceso se realiza desde la nueva autovía Sevilla-Dos Hermanas, cerca del kilómetro 4 se levanta la monumental portada que anuncia la entrada a la finca y de la que arranca el camino que asciende hasta el caserío, que se presenta rodeado de una frondosa vegetación elevado sobre una loma. Responde, básicamente, a la tipología tradicional de este tipo de edificaciones. Se estructura en torno a un amplio patio central que, en este caso, presenta planta trapezoidal, alrededor del cual se disponen crujías perimetrales, duplicadas en las caras Norte y Oeste.
El señorío no ocupa la posición normal, centrada con el acceso, sino que se ubica en la esquina Noroeste de la edificación, accediéndose al mismo a través de espacio porticado. Volumétricamente el conjunto se caracteriza por su marcada horizontalidad alterada en sus cuatro ángulos por torres almenadas. Tres de ellas son de planta cuadrada y otra, la situada en la zona del señorío, presenta planta de seis lados, sobresaliendo del muro de fachada. Además junto a ésta se encuentra la antigua Torre de Doña María, que le da nombre a la finca. En las fachadas exteriores se abren una serie de vanos de diferentes dimensiones (puertas y ventanas) formados por arcos polilobulados y de herradura enmarcados por alfices. Los muros de las fachadas están rematados por merlones de capuchón.
En la crujía de acceso se disponen una serie de dependencias que sirven de vivienda a los trabajadores de la hacienda, ocupando la posición central de la misma. En la crujía Norte, junto al señorío, se disponían el molino y el depósito, dependencias destinadas en la actualidad a taller y cocheras. La crujía Este alberga los graneros y otras dependencias secundarias, quedando al exterior y con acceso independiente los patios de los aperos.
Especial interés presenta el jardín anexo, con planta rectangular estructurada mediante dos calles ortogonales que se cruzan en una plazoleta central en la que se encuentra una fuente ornamental de planta octogonal.
Uno de los elementos fundamentales es el patio. Tiene planta rectangular y suelo empedrado en forma de damero. En su lado izquierdo se ubica un pozo con brocal de piedra y herraje con polea, rodeado de naranjos y un ciprés. A la misma altura, pero en el lado contrario del patio y adosado a la fachada de las cuadras, existe un abrevadero o pilón enmarcado por un arco apuntado en cuyo centro hay una hornacina con una escultura clásica. Alrededor del patio están las siguientes dependencias: señorío, graneros, almacenes, cuadras y viviendas del capataz y de otros trabajadores. Todo ello formando un conjunto donde predomina el encalado de los muros y vanos de puertas y ventanas con arcos de reminiscencia islámica. También encontramos elementos clásicos de acarreo (columnas, capiteles, mosaicos, etc.) adornando algunas zonas del patio.
La Torre de Doña María, de planta rectangular, es la construcción más emblemática y sobresaliente de la hacienda. Tiene dos plantas se encuentra cubierta con terraza rodeada de almenas. A ella se accede desde el patio principal a través de una pequeña portada con arco apuntado flanqueado por dos columnas añadidas de material de acarreo. La planta baja hace función de sacristía al estar comunicada con la capilla. El vano de entrada, presenta arco de herradura enmarcado en un alfiz ornamentado con yeserías formando un arco polilobulado. El segundo cuerpo presenta un vano de herradura muy apuntado enmarcado por un alfiz, junto al cual aparece un ojo de buey ovalado. La torre se encuentra comunicada con la vivienda o señorío a través de una puerta de acceso al comedor principal.
Tanto la torre como la capilla son las zonas mudéjares más primitivas del conjunto, siendo el resto de las dependencias neomudéjares (la "Casa Mora", el Jardín Ornamental y el templete). El templete, encalado en blanco, es de planta cuadrada similar a un arco cuadrifonte, con arcos de herradura apuntado enmarcado por arco polilobulado y alfiz, rematado en sus ángulos por merlones escalonados y coronado por cúpula octogonal en cuyo centro se eleva el yamur de tradición islámica.
Al patio del caserío se accede a través de una portada formada por un arco apuntado que está decorado con motivos de clara inspiración islámica y flanqueado por dobles pilastras que sostienen un entablamento cuyo friso porta un rótulo donde aparece el nombre de la finca Torre de Doña María. Todo ello queda coronado por merlones de tipo omeya, convirtiéndose el central en una pequeña espadaña con campana rematada por una cruz de forja.
La estructura portante es, básicamente, de muros de carga de fábrica de ladrillo, enfoscados y encalados. Sobre éstos se dispone la armadura de madera de soporte de la cubierta, que es en su mayoría a dos aguas y que en las dependencias auxiliares se deja vista, con correas de madera y tablero de ladrillo sobre la que se dispone la cubrición de teja cerámica curva. En algunas dependencias se ha sustituido la teja por una cubierta de fibrocemento que se dispone directamente sobre la antigua armadura de madera.
Historic Info
Históricamente corresponde a la hacienda donada por el rey Pedro I de Castilla a Doña María de Padilla, pasando con posterioridad a propiedad de la Catedral de Sevilla. Tras la Desamortización pasó a manos de la familia Ybarra, en cuya propiedad continúa hoy día. La torre que da nombre a esta hacienda fue incluida dentro de la nueva construcción a la que fue sometido el recinto en 1920, obras realizadas por el arquitecto José Gutiérrez Lescura, autor del pabellón de Marruecos de la Exposición Iberoamericana de 1929.
Hay que destacar la existencia de un aljibe de planta rectangular, hoy día cubierto casi en su totalidad. En la zona hay constancia de la existencia de al menos dos necrópolis romanas, conservándose en la torre una pequeña colección arqueológica. También hay testimonios de la proximidad de un yacimiento paleolítico al aire libre.
Se encuentra situada en el centro de un área arqueológica de gran riqueza, en la que se han detectado hasta cinco yacimientos romanos.
En la actualidad no se usa como molino almazara, presentando en buen estado de conservación, sin apreciarse alteraciones tipológicas.