Description
Los bolos serranos constituyen un modo de expresión, en forma de juego o deporte tradicional, que es compartido e interiorizado por los habitantes del macizo montañoso que conforma el actual Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas (o Sierra de las Cuatro Villas) como parte de su identidad. En tres de los cuatro municipios que conforman la Sierra de las Villas (Villacarrillo, Villanueva del Arzobispo e Iznatoraf) hay boleras (o "boleas", espacios de juego), siendo Villacarrillo el municipio que aporta el mayor número de practicantes y que cuenta actualmente con siete boleras en activo, destacando la pedanía de Mogón con tres.
Suponen un modo de expresión vivo y dinámico, transmitido y recreado de generación en generación desde el aprendizaje, originalmente practicado por hombres adultos, pero que actualmente también incluye al colectivo femenino y a los miembros más jóvenes. A principios de los años ochenta del siglo XX se inició la "deportivización" del juego en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas, incorporándose en las competiciones tanto mujeres como niños, y es en el año 2000 cuando se federa esta modalidad deportiva, organizándose campeonatos tanto a nivel regional, provincial y comarcal; actualmente se realizan también competiciones a nivel nacional. Antes de producirse esta "deportivización" de la actividad, los bolos serranos podían ser instrumentos de apuesta, pues los equipos apostaban la ronda en los partidos; actualmente, tras la competición, los jugadores y jugadoras, parejas o equipos, son recompensados en sus habilidades y destrezas con trofeos y premios en especie (jamones, aceite, embutidos,etc).
A los bolos serranos se suele jugar bajo dos modalidades, conocidas como "Valle" y "Montaña", perteneciendo ambas al grupo de los "pasabolos", grupo de juegos en los que se premia la distancia a la que se envían los bolos tras el impacto con la bola. La modalidad de "Valle" se juega con tres mingos (bolos) y conserva normas y lances de juego que proceden de los bolos medievales (birlos), siendo la más antigua, aunque menos practicada, de las dos que actualmente se practican en Villacarrillo. Por otro lado, la modalidad de "Montaña" es una práctica que deriva de la anterior, en la que se juega sólo con un mingo y en la que suprimen lances en el juego, siendo la única modalidad que en la Península Ibérica presenta esta característica.
Habitualmente, los bolos serranos son practicados por equipos (de tres a seis jugadores), pudiendo haber "retos" individuales o por parejas. En los torneos existen competiciones individuales, por parejas o por equipos de cuatro jugadores (en esta actividad pueden participar cuantas personas lo deseen). En los concursos federativos pueden llegar a registrarse participaciones superiores a los doscientos deportistas en las distintas categorías de sexo y edad, mientras que en los partidos por equipos participan un máximo de doce personas con equipos de seis jugadores y/o jugadoras. Si tenemos en cuenta la distribución de los competidores en función del género, podemos comprobar el hecho de que se pueden organizar partidos mixtos, con equipos formados por mujeres y hombres, pero lo habitual es que se hagan categorías de competición distintas en función del género. Por edades, existe una amplia horquilla que va desde los 6 a los 90 años, pues se han registrado tarjetas federativas de personas con 89 años. A nivel competitivo y federado se participa por clubes. Fuera de la competición oficial, los aficionados que practican este juego-deporte no tienen porqué formar parte de ningún club.
Las boleras o "boleas" constituyen escenarios de sociabilidad que se caracterizan por la ausencia de estratificaciones sociales. Tanto en el marco de las competiciones como fuera de las mismas, los equipos se confeccionan repartiendo los jugadores con mayor y menor destreza en cada uno de los equipos.