Description
La elaboración y el consumo de gurullos, constituye toda una tradición relacionada con una sociedad en la cual la economía estaba marcada fundamentalmente por la escasez de recursos. El sector agrario definía la economía de la población. El trabajo era muy duro, apenas se utilizaba maquinaria y la que había era de tracción animal. Durante la época de siega y trilla se consumía alimentos calóricos debido al gran esfuerzo que debía de realizarse durante la jornada laboral que ocupaba todas las horas de sol.
Los gurullos se hacían con una masa de harina, aceite y agua. Con la masa se formaban una especie de tiras alargadas y finas, las cuales se irían presionando con los dedos acompasadamente y se irían formando pequeños granos del tamaño y forma que los granos de arroz. Los gurullos se dejaban orear un día en un cedazo para que así se secaran y perdieran la humedad a la hora de cocinarlos. También se pueden almacenar y conservar para consumir con posterioridad.
Normalmente este plato solía cocinarse con carne de caza, fundamentalmente conejo, o con caracoles recogidos de los campos de alrededor.
La elaboración de gurullos requería una gran destreza y práctica. Las mujeres mayores decían una especie de refrán que decía así: ¿si no sabes hacer gurullos, no tendrás las manos secas y se pegará la masa a la artesa¿.
Aunque en menor medida, aún existen mujeres que cocinan los gurullos a la forma tradicional. Antiguamente era típico ver a las mujeres en las puertas de sus casas tomando el fresco y a la par haciendo gurullos.
Los gurullos han sido uno de los alimentos principales en muchos hogares almerienses y se posicionan como uno de los platos más tradicionales de la provincia.
Los ingredientes básicos para la elaboración de gurullos con caracoles son: gurullos, habichuelas, caracoles, patatas, cebolla, tomate, pimiento seco, guindilla, colorante y sal.
Para la preparación de los gurullos con caracoles se cuecen las habichuelas que han permanecido previamente en remojo durante la noche anterior. Se cuecen también los caracoles. Una vez cocidos los caracoles y las habichuelas se introducen en la misma cacerola con agua y cuando comience a hervir se añaden los gurullos y las patatas troceadas. A continuación, la cebolla y el tomate se sofríen en la sartén con aceite de oliva. Se le añade el pimiento seco durante apenas varios segundos para que no se queme. Todos estos ingredientes se mezclan con la batidora y se añaden a la cacerola con los gurullos, los caracoles, las patatas y las habichuelas. Finalmente se le añade una guindilla, colorante y sal.