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En la localidad de Cuevas del Almanzora la celebración del carnaval ha sido una constante que ni siquiera decayó con su prohibición tras la Guerra Civil. Antaño, estos carnavales tenían lugar durante cinco días, comenzando en sábado y acabando el miércoles de ceniza. La fiesta transcurría en el centro de la localidad, concretamente en la actual Glorieta Sotomayor, en donde todas las noches tenía lugar el tradicional baile de "máscaras" en el casino, espacio que concentraba a los habitantes de la localidad, tanto a los que se disfrazaban como los que no. El arraigo y supervivencia de la tradición propició incluso la asistencia y participación de vecinos de otras localidades limítrofes convocados por el gran prestigio que tenían estos carnavales en la comarca.
El carnaval de Cuevas del Almanzora conserva aún la tradición de vestirse de "máscaras o fachas", sinónimo del aspecto que llevan por la vestimenta que utilizan. Las caras se cubren con trapos a los que se añaden elementos decorativos bordados o pintados que imitan a los labios, ojos, coloretes e incluso bigotes, dependiendo del personaje al cual representen. Los cojines disimulan su figura y las pelucas o pañuelos cubren los cabellos Durante varios días las máscaras salen a la calle para divertir a los asistentes con su picaresca y algarabía.
La preparación y organización de la celebración se lleva a cabo principalmente por los aquellos que se disfrazan de "máscaras" y por el ayuntamiento, encargado de la organización del ritual, propiciando la participación en este, así como de la instalación del alumbrado festivo, la contratación de charangas o música que acompañará al desfile de máscaras y del baile.
El segundo fin de semana de carnaval es el momento en el cual participan las tradicionales "máscaras". La Glorieta Sotomayor ubicada en el casco histórico de la localidad es el centro neurálgico en el cual se desarrolla parte de la celebración. El ayuntamiento establece un horario orientativo para la aparición de estas. A medida que va cayendo la noche, aleatoriamente las "máscaras" van apareciendo poco a poco en esta plaza. Nadie sabe por dónde pueden aparecer y quienes pueden ser las personas que se han disfrazado. Las "máscaras" suelen hacer varios paseíllos entre los asistentes representado su papel. Se acercan y les hablan con sus falsas voces, se atreven a bromear con ellos, etc.
Los jóvenes también participan y se visten de máscara pero con la diferencia de que muchos son reconocidos por sus amigos. La picardía de las máscaras según las personas de mayor edad, reside en que nadie te pueda reconocer, mantener el anonimato, para así poder actuar con total libertad y mantener la intriga entre los vecinos que no van disfrazados.
Por la noche se realiza el tradicional baile en la nave polivalente, recinto en donde acuden tanto las "máscaras" como las personas que se disfrazan para el desfile. Se mantiene la tradición de gratuidad de la entrada al baile, para aquellas mujeres que vayan vestidas de "máscaras".
Junto a las "máscaras", los cascarones de carnaval constituyen uno de los elementos más significativos de esta celebración. A lo largo de todo el año, en la mayoría de los hogares se iban guardando los cascarones de los huevos a la par que se iban consumiendo. Cuando se acercaba el carnaval, se preparaban los cascarones: los huevos se cascaban por la parte superior, se rellenaban con papelillos de colores y se tapaban con papel de seda. Durante los días de Carnaval, era tradición romper el huevo en la cabeza de los demás, bien porque algunos jóvenes aprovechaban los cascarones para acercarse a las mozas que les gustaban o por lo contrario, podía ser una forma de avasallar al enemigo o persona con la que no se mantuviera un trato muy cordial.