Junta de Andalucía

El tiempo ritual de la Semana Santa ha definido y continúa definiendo el consumo de ciertos productos y alimentos. Prohibición y festividad se mezclan en la elaboración de unos platos que, a pesar de continuar elaborándose, dejan de ser omnipresentes y son consumidos hoy por hoy más por tradición que por creencia. Los productos habituales eran por una parte los que definen el mismo ámbito productivo de la comarca, con lo que no son exclusivos de este tiempo, como es el caso de legumbres y hortalizas, a las que se le introducía la variante del bacalao, que substituye la carne de cerdo habitual en los guisos. En el ámbito de los dulces los ingredientes comunes tales como la harina, clara, yema, azúcar y manteca de cerdo o aceite de oliva están presentes en los diferentes productos elaborados que, combinándose, dan como resultado los diferentes productos como los "suspiros", almendrados, "cristinas", roscos de viento, panecillos de leche y hornazos. Estos productos, a pesar de que actualmente se encuentran durante el tiempo de Cuaresma y toda la Semana Santa, se elaboraban principalmente los días previos a Jueves y Viernes Santo. Las mujeres tradicionalmente han sido las encargadas de elaborarlos para toda la familia y, dependiendo del nivel adquisitivo de cada unidad familiar, se podían realizar unos o otros dulces. Una de las formas de elaboración era que las mujeres se acercaran a la panadería y ellas mismas llevaran sus productos, mientras que el panadero cobraba por el uso del horno. Actualmente este modelo de elaboración ha desaparecido; hoy es la panadería la que elabora los diferentes productos que posteriormente venderán. Este cambio implica, por una parte, que las nuevas generaciones rompan el modo de transmisión que había mantenido vivas estos modos de elaboración. En algún caso la panadería continúa teniendo encargos o alguna mujer mayor trae el producto elaborado para hornearlo en la panadería. El espacio y tiempo de consumo son de ámbito privado. Dentro del espacio temporal de la Semana Santa era el Viernes Santo el día en el que se concentraba el consumo de los diferentes productos, siendo habitual el guiso de bacalao y los panecillos de leche a la hora del almuerzo. Los otros productos como los "suspiros", almendrados y roscos de aire eran consumidos a lo largo de la misma semana, sin estar ubicados en un acto de comensalismo determinado. De todos dulces que se elaboraban solo uno, el hornazo, se concreta su tiempo de consumo. Según algunos vecinos, era la madrugada del Jueves al Viernes Santo, a las seis de la mañana, cuando se consumía tradicionalmente tras el popular pregón. Actualmente son las panaderías las encargadas de realizar los diferentes dulces de Semana Santa. Esto implica que se empiezan a elaborar con antelación, hecho que conlleva que se puedan encontrar "suspiros" después de la Semana Santa. Los ingredientes para la elaboración de "Torta Doblás" o "Torta de Regla" son harina, manteca de cerdo, azúcar, relleno con almíbar o cabello de ángel, matalahúva, ralladura de limón y canela. Para la elaboración de ¿Torta Doblás¿ se mezclan los ingredientes en un lebrillo (hoy un bol metálico) y se amasa. Cuando está uniforme la masa se elaboran bolas del mismo tamaño de 100 a 150 gramos. Luego las bolas previamente hechas se aplastan dándole una forma circular. Con una cuchara se pone en el centro del círculo el relleno de almíbar y cabello de ángel. Se dobla la torta por la mitad, quedando con ello cerrada con forma de media luna. En los bordes de la misma se realizan unas hendiduras con el dedo para que la torta no se abra al hornearla. Se pasan por azúcar, quedando toda la torta untada y cubierta de azúcar. Se hornean al terminar se retiran y se dejan enfriar. Elaboración de "suspiros" y almendrados: un kilo de azúcar, doce claras de huevo, almendra picada y tostada previamente. Elaboración de "Roscos de Viento": 700 gramos de manteca de cerdo, cuarenta huevos, un kilo de harina, 10 gramos de azúcar,