Origins
La noche del Sábado Santo se celebra la Solemne Vigilia Pascual, también denominada Misa de Gloria, acto que marca el final del Triduo Pascual. Tradicionalmente cuando el sacerdote reza la oración de Gloria se hacen repicar las campanas para anunciar que Cristo ha resucitado. Esta tradición se celebra de una forma particular en la localidad de Lugros, localidad enclavada en la comarca de Guadix.
La Cencerrada en Lugros es una tradición que data de principios del siglo XX; desde entonces se lleva celebrando durante la noche del Sábado Santo. Su origen se asocia a un hecho muy peculiar. Por lo general, al finalizar la misa era costumbre que la campana de la iglesia tañera para celebrar y festejar la Resurrección de Jesucristo. Pues bien, parece ser que un año la campana desapareció misteriosamente durante la noche del Sábado de Gloria. Los vecinos apenados por la desaparición de la campana idearon una peculiar forma de celebrar la Resurrección de Cristo. Al ser Lugros un pueblo eminentemente ganadero, se resolvió que todos los vecinos asistieran a misa con un cencerro, de forma que cuando llegara la hora los hicieran sonar, sustituyendo las campanadas por una cencerrada. El ganadero, que encontró la solución repartió, los cencerros entre todos los vecinos para que se dispusieran a tocarlos cuando el sacerdote lo indicara en la misa de Gloria.
También cuentan que, al tratarse de una zona ganadera, durante la cuaresma los ganaderos quitaban a sus animales los cencerros como símbolo de respeto. Cuando la noche del Sábado Santo acudían a la Misa de Gloria para celebrar la Resurrección de Cristo, hacían sonar sus cencerros; posteriormente volvían a colocar los cencerros a sus animales.
Preparations
La preparación de la celebración recae principalmente en manos del sacerdote de la parroquia de Lugros y de su ayudante, que realizan los preparativos para la Misa de Gloria con escasa antelación. Por su parte los vecinos se responsabilizan de hacer acopio de los cencerros o cualquier instrumento que emita sonidos, para llevar a cabo este singular ritual.
Explanation
La "Cencerrada" tiene lugar durante la misa nocturna del Sábado Santo. Esta misa comienza a las doce de la noche y se celebra en la pequeña iglesia de san Antonio de Padua de Lugros. Todos los vecinos de la localidad acuden con cencerros u otro objeto que emita algún sonido fuerte como las trompetillas de plástico, para celebrar la Resurrección de Cristo. Los niños son los principales protagonistas de la fiesta.
El inicio de la misa tiene un carácter muy solemne, pues aún se sigue guardando luto por la muerte de Cristo desde el Viernes Santo. Durante la primera parte de la misa se celebra "la liturgia de la luz", durante este período el sacerdote apaga las luces del templo y reparte velas entre todos los asistentes al acto. Tras el encendido de las velas, el sacerdote prende los cirios del altar, que simbolizan la luz de Cristo y la fe depositada en él, y las luces del templo mientras recita una frase que esperan todos los asistentes con impaciencia: "Hermanos, toda la Iglesia en esta noche se une a la alabanza del Cielo y la Tierra con el canto del Gloria". En este momento, todo el pueblo se pone en pie, apaga sus velas y comienza a agitar los cencerros, a tocar las trompetas y a aplaudir incesantemente; de fondo, se escucha el incesante repicar de la nueva campana de la iglesia.
Este momento de algarabía es totalmente ensordecedor; los niños son los que con más energía participan en este acto, haciendo sonar sus cencerros de forma estrepitosa. La agitación puede llegar a dilatarse por más de diez minutos, dependiendo del tiempo que el párroco permita a los vecinos expresar su alegría y entusiasmo. Una vez que el sacerdote lo indica la cencerrada concluye y con ella la celebración.
Transformations
En alguna ocasión, durante el tiempo que lleva vigente la festividad, se han producido ciertos problemas por llevar a cabo este tipo de práctica en una fecha tan señalada en el calendario litúrgico cristiano, fundamentalmente por parte de los sacerdotes. Por otro lado, subrayar el descenso de participación en la festividad, dado que el número de fieles que asisten a la Vigilia Pascual ha decrecido significativamente.