Origins
No existe una fecha determinada que determine el origen de dicha celebración en Cañete de las Torres. Las cruces, según la información aportada por el párroco de la comunidad, se empiezan a celebrar en el siglo XVI como de vida después de la resurrección, que se viene a representar adornando la cruz. También se entiende como la celebración del mes de María o mes de las Flores, ambas ideas relacionadas con la fecundidad y la producción agraria.
El modelo actual en el que el ayuntamiento promociona el Concurso de cruces y se montan barras para sacar dinero, lleva organizándose unos treinta años, a partir de que los ayuntamientos asumieran más responsabilidad local, en los años ochenta del siglo XX.
Preparations
Los previos en este ritual son principalmente la elaboración y preparación de la cruz y su espacio. Los momentos más relevantes de la celebración no sólo se reducen al desarrollo de la misma, sino que las fases previas se entienden como parte del propio ritual, por lo que estas tareas implican en la reafirmación del colectivo.
Dependiendo de quién conforme el grupo se distribuyen de un modo u otro las tareas durante los días previos, una vez se ha definido el diseño de la cruz y su espacio. Los grupos pueden ser de carácter temporal y ocasional -padres y madres de un curso- o continuos -hermandades, asociaciones, etc. Esto definirá la necesidad y el tiempo de preparación. Normalmente de forma colectiva se realiza el diseño de la cruz y se decide qué elementos se utilizarán para su decoración. La complejidad de los elementos decorativos, si se compran (flores naturales) o se elaboran (flores de papel), y los elementos que adornarán la misma calle, son los que definen el tiempo previo que se necesita. Normalmente los trabajos se concentran en los dos o tres días previos a la realización de la misa, intensificándose la mañana del mismo día tres, jornada en las que deben inaugurarse. Las obligaciones laborales de cada miembro del grupo determinarán el tiempo de dedicación, detectándose, principalmente por la mañana, una mayor presencia de mujeres.
Los preparativos junto con el diseño y elaboración de la cruz, implican la organización de una barra de bar donde se venden, una vez inaugurada la cruz, comida y bebida para sacar dinero. Por lo general las mismas personas que, previamente han decorado la cruz, elaborarán en sus casas platos fríos o prepararán parte de la comida que luego se venderá en la barra del bar. Esto implica una distribución previa del trabajo entre los diferentes miembros. En otros casos la organización de la barra no precisa la elaboración previa de los alimentos, sino contar con la materia prima que después se arreglará en la propia cruz. Económicamente todos los miembros colaboran con una parte que posteriormente se prevé recuperar.
En este caso los preparativos -decoración de la cruz y organización de la barra- implican un tiempo previo que para el mismo colectivo contribuye a establecer o reforzar los vínculos y relaciones comunales.
Para la elaboración de la cruz se ha de decorar un espacio, por lo general con objetos que van aportando todos los vecinos o que son elaborados entre todos. Macetas, aparejos, objetos dorados se ponen por las paredes de la plaza o llano donde se emplazará la cruz.
También habrá una persona encargada de ir a cortar la juncia al campo - en las orilla de los ríos o arroyos-, que se utiliza para la decoración del suelo de la plaza o llano.
La elaboración de la cruz de mayo implica actualmente la confección de una estructura de madera o de porespan. Son cruces que miden cerca de dos metro de alto. La cruz se adorna con motivos florales. En principio flores naturales o flores de papel. Las flores que tradicionalmente se utilizan para la decoración son los claveles rojos y blancos, sin embargo actualmente se emplean otros tipos de flor dependiendo del precio y la disponibilidad. Junto con los claveles las margaritas son las flores más comunes también en la decoración. Para la colocación de las flores se emplean alfileres, en el caso de las margaritas que se clavar en el porespan, y palillos de madera para los claveles.
Explanation
El desarrollo de la celebración de las cruces ha variado y actualmente se prolonga desde el jueves anterior hasta el domingo (Dos de Mayo).
Las cruces son decoradas con elementos naturales. No obstante, aunque la tradición es utilizar claveles, actualmente se emplean otros elementos como rodajas de limón u otro tipo de flores - también flores elaboradas de papel.
Para la cruz puede utilizarse una que ya existente -de piedra o metal- o confeccionarse ex profeso, elaborando una estructura de madera que puede medir entre metro y medio y dos de alto, independientemente del altar o pedestal donde se coloque. Se ubica en el centro de un llano o plaza y a su alrededor se disponen distintos elementos (aparejos, macetas, cazos de latón dorado, orzas de cerámica, jarras), que, en general, remiten a una forma de vida rural y que hoy están en desuso, adquiriendo por ello una función decorativa. Es, por ello, una festividad que, por los mismos elementos que la configuran, remite al ámbito rural y al mismo sistema productivo agrícola.
Una vez montada la cruz y la barra, el jueves por la noche, una comitiva guiada por el alcalde y miembros de la corporación municipal, la reina de la fiesta y sus damas de honor del año en curso, acompañados de la banda de música, visitarán cada plaza, llano o patio donde haya una cruz para inaugurarla. En cada una son recibidos por el grupo que la organiza y se les invita a un refresco y algo de comida. Junto con la comitiva, en algunas de las cruces, el grupo de baile del pueblo, conformado por niños y niñas, baila.
Con la presencia de las autoridades se da por inaugurada la cruz. A partir de este momento la comunidad se distribuye por las diferentes plazas donde hay una cruz, reproduciendo el modelo de celebración y ocio habitual con música de fondo, mientras los asistentes se reúnen en diferentes grupos.
Las barras a cuenta de los organizadores son una forma de conseguir dinero para diferentes causas. En el caso de los padres y madres que, junto con sus hijos decoran la cruz, el dinero recaudado financiará el viaje de fin de estudios; otra cruz, conformada por un grupo informal, es organiza para sacar dinero. Por su parte las hermandades recaudan fondos para la celebración de sus actos. Sin embargo otras cruces no cuentan con barra, es el caso de las organizadas por el centro Guadalinfo, el hogar de jubilados o la residencia de mayores local.
Las cruces estarán expuestas los tres días. En el caso de que no cuenten con barra, los objetos expuestos serán retirados dejando sólo la cruz montada y volviendo a ponerlos al día siguiente. Hay un concurso, que organiza el ayuntamiento, que como única condición establece que la cruz esté expuesta los tres días. El último se anuncia la cruz ganadora.
El desarrollo de los tres días, una vez inauguradas las cruces el jueves por la noche, dependerá de la afluencia de asistentes. Será el viernes al mediodía cuando empiezan a llenarse las plazas donde hay cruces y se mantendrá un ambiente festivo hasta el domingo. No existen actualmente fórmulas de ocio que puedan resaltarse como modos de expresión. Se mantiene el acto ocioso de la celebración pero siguiendo el modelo actual de música grabada. El estilo generalizado durante el día son las sevillanas o canciones que hacen referencia al tiempo de las romerías y al mes de mayo.
Existen dos formas de participación: la de los agentes, que se implican directamente en la organización y elaboración de una cruz, y la de gran parte de la población que, durante los días de celebración, transitan por las diferentes cruces teniendo una participación menos activa en la misma, que implica presencia y consumo.
La celebración finaliza el domingo cuando el ayuntamiento entrega los premios y se comienzan a desmontar las cruces.
Transformations
Las Cruces de mayo en Cañete de las Torres han sufrido transformaciones relevantes que vienen dadas por la asimilación de modelos externos de celebración. El modelo común, hoy desaparecido, era la elaboración de pequeños altares donde se disponía la Cruz. En el altar, que contaba con una escalinata, se colocaban figuritas decorativas y se remataba con la cruz y alguna imagen de un santo o virgen. Estos altares se ubicaban en un espacio central de la casa o en el patio interior y se dejaban puestos durante todo el mes de mayo, considerado el mes de María o de las Flores. Este modelo de cruz, ha sido sustituido por otro que se desarrolla en los espacios públicos y es más ostentoso pero dura menos tiempo. Un modelo que la gente mayor no reconoce como propio y que parece haberse establecido al inicio de la democracia con la instauración de los ayuntamientos democráticos, 1980.
Los cambios son, por ello, una ocupación del espacio público entre todos los vecinos, la introducción del factor económico, al realizarse las cruces con el objetivo de ganar dinero y la fórmula de concurso establecida por el ayuntamiento. Es por ello que la celebración, en este caso, parece perder parte de lo que sería el discurso religioso, volviéndose una festividad de carácter lúdico y comunal que hereda la fecha de celebración del inicio del mes de mayo.