Origins
Los orígenes de la festividad datan del siglo XIX, cuando se funda la Hermandad del Santísimo Sacramento que es la que promueve la celebración en su origen y la que, en la actualidad, continúa haciéndose cargo de su estructuración y organización.
Preparations
Durante la semana que precede a la celebración de la Candelaria, se realizan distintos preparativos, entre los que destacan la elaboración de la Torta y la venta de números para la rifa que se organizará tras la misa en honor a la virgen. Los niños que han realizado la primera comunión son los encargados de vender por el pueblo, al precio de un euro, los números para la rifa de la Torta, que será elaborada en una pastelería el día precedente al sorteo.
De forma paralela, la camarera prepara a la imagen en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, vistiéndola y colocándola en el trono desde donde presenciara la eucaristía; tras la finalización de la misa saldrá en procesión por las calles de la localidad. La Torta, que acompañará a la imagen durante el trayecto procesional, se dispone en el frontal delantero del trono, junto con una cesta con dos pichones blancos.
Las velas del trono se adornan con romero florecido.
Explanation
El marco temporal de la celebración se concreta en la mañana del domingo (31 de enero de 2010 ), a pesar de que el día 1 (lunes) y 2 (martes) de febrero se realiza el triduo en la iglesia (acto estrictamente religioso).Es, por tanto, el domingo el día clave de la festividad que se inicia a las once de la mañana con la celebración de la eucaristía. La misa, en honor a la Virgen de la Candelaria, tiene como protagonistas a los niños y niñas que han recibido la primera comunión y principalmente a los bautizados durante ese año.
El acto litúrgico pretende rememorar el episodio de la "Presentación de Jesús en el templo" en el que, según la creencia cristiana, la Virgen María presenta a Jesús a los sacerdotes en el templo. Razón por la cual durante la misa se lleva a cabo una representación del ritual de la Presentación con los niños bautizados ese año.
En la iglesia los asientos delanteros se reservan a los creyentes que han recibido por primera vez la comunión y a los recién bautizados. Los progenitores se ordenan en fila al aproximarse al altar con sus hijos. El sacerdote de cara al altar, recibe a cada niño y niña recién bautizado y lo alza frente a la imagen de Cristo presentándolo a la divinidad. Se reproduce mediante esta representación el episodio de la Presentación de Jesús en el templo.
Una vez el sacerdote ha presentado a todos los bautizados, se da por concluida la eucaristía y da comienzo el recorrido procesional por las calles de la localidad.
Al iniciarse la procesión se encienden las velas cubiertas con romero. Según cuenta la leyenda si permanecen encendidas a lo largo del recorrido, ese año habrá buena cosecha. Los porteadores -cuatro hombres- son los encargados de llevarla junto con cuatro niños que portan las horquillas, que se emplean para sostener el trono cuando éste se detiene durante el recorrido.
La procesión está encabezada por el hermano mayor de la Hermandad del Santísimo Sacramento que lleva la cruz custodiada por dos cirios. Tras éste se presenta el estandarte de la hermandad seguido del trono que porta la imagen y el sacerdote. Cierran la comitiva procesional los participantes de la celebración que, en la mayoría de los casos, son mujeres de diversas edades. Durante el recorrido las mujeres que acompañan al cortejo van entonando una canción en honor a la Virgen de la Candelaria y la Torta, junto con otra de carácter religioso.
La procesión, escasamente seguida por la población, transcurre por las calles centrales del pueblo para volver de recogida hacia la plaza de la iglesia donde aguarda el grupo mayoritario de participantes acompañado de sus hijos.
Una vez en la plaza, el trono se detiene ante la puerta de la iglesia para realizar la suelta de pichones y la celebración de la rifa de la Torta.
Una vez retirado del trono el cesto con los pichones, dos de los niños que han recibido la comunión los sueltan, dejándolos libres. La rifa se celebra a continuación. El sacerdote es el encargado de realizar el sorteo sacando, de la mano de uno de los niños, la papeleta premiada con la torta. Una vez rifada la tarta la imagen procesional accede al templo por la puerta lateral de la iglesia, dándose con ello por finalizada la celebración.
Por el pueblo la gente ira preguntando el número para comprobar si le ha tocado la Torta, que será recogida el lunes por los premiados. En otro tiempo, ésta se repartía entre todos los vecinos del pueblo, actualmente se reparte entre los conocidos.
Durante de la celebración de la Candelaria se observa el papel principal de los niños y niñas, junto al de las mujeres, concretamente el de las que siguen al cortejo. Por el contrario la participación de los hombres es más pasiva; intervienen, bien portando el trono, bien representando a las autoridades (sacerdote, hermano mayor, etc.).
A pesar de que el desarrollo de la festividad resulta temporalmente corto, el acto de repartir la tarta plantea un contexto de reciprocidad que fomenta el establecimiento de relaciones comunitarias. No obstante, hoy han desaparecido.
Transformations
En la actualidad tan sólo se mantiene la parte del ritual más estética y la que corresponde a la misma institución eclesiástica y a la hermandad. A pesar de que el nivel de participación es escaso, resulta relevante la implicación en la celebración de las familias de todos aquellos niños que tienen un papel protagonista en la representación.
Sin embargo la transformación más acusada reside en la forma de realizar la tarta y en su finalidad. Con anterioridad, ésta se confeccionaba con las materias primas que donaban las mismas personas del pueblo. La torta se realizaba con estos ingredientes y se rifaba para posteriormente ser compartida entre la población. Este hecho no se ha mantenido pues actualmente es repartida entre los más allegados a la celebración.
En lo relativo al dinero obtenido con la venta de las papeletas, éste era utilizado para sufragar el sepelio de las personas más pobres de la comunidad. No obstante en la actualidad la suma recaudada es gestionada por la hermandad para la financiar la celebración y los gastos derivados del cuidado y engalanamiento de la imagen (flores).
Respecto a la elaboración de la torta, en el pasado la realizaba una persona del pueblo o la misma hermandad con los productos donados; actualmente ésta se confecciona en una pastelería. El modelo de tarta se mantiene, sin embargo. Consta de seis pisos y se elabora con ingredientes parecidos a los de antaño (bizcocho, crema pastelera y merengue).