Origins
Fue Alfonso X, el Sabio, quien, tras la conquista cristiana de Jerez de la Frontera el 9 de octubre de 1264, otorgó a la ciudad el privilegio de celebrar dos ferias, una en el mes de abril, que posteriormente pasaría a mayo, y otra en septiembre. Ambas ferias fueron confirmadas posteriormente por su hijo, Sancho "El Bravo".
Más tarde, en un documento fechado en el año 1481 se especificaba claramente el lugar de celebración del festejo en la entonces conocida como Calle de la Feria, que iba desde la Puerta Real hasta la calle Francos. Los vecinos de la zona tenían la obligación, bajo multa de doce maravedíes, de colocar lumbres a sus puertas para iluminar el espacio ritual. Los primeros feriantes eran fundamentalmente, según el mismo documento, traperos ingleses, lanceros bretones y mercaderes de Flandes que ofrecían sus mercaderías a cambio de vinos, mostos y pasas. Así, una vez finalizada la vendimia, aunque con altibajos, la feria de septiembre se continuó celebrando a lo largo del tiempo para que jornaleros, viticultores y, posteriormente, también bodegueros, pudiesen asistir y vender sus mostos y vinos. El espacio de la actividad se trasladó al recién creado recinto ferial del Parque González Hontoria a principios del siglo XX.
Paralelamente, en 1948 un grupo de intelectuales jerezanos, entre los que se encontraba Caballero Bonald, decidieron la conveniencia de celebrar anualmente unos juegos florales o certamen literario alrededor del tema del nacimiento del nuevo vino, e incluirlo junto con otras variadas actividades, comenzando a llamarse desde entonces "Fiesta de la Vendimia". Para ello, buscaron la implicación económica del entonces Grupo de Exportadores de Sherry, antecedente del actual "Fedejerez". Aquel primer año, Luís Romero Palomo, el que fue fundador y primer presidente de dicha fiesta, quiso en cierto modo fusionar la recién nacida "Fiesta de la Vendimia" con la tradicional feria de septiembre, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. Sin embargo, a partir del año cincuenta del presente siglo el Ayuntamiento accedió a colaborar para que coincidieran ambas en el tiempo. En esta decisión probablemente tuvo bastante que ver Alberto Durán Tejera, el entonces comisario de la Fiesta de la Vendimia, que ejercía al mismo tiempo como concejal de Fiestas del consistorio jerezano.
La Fiesta de la Vendimia de Jerez, como fiesta promocional del vino de la zona, parece ser la más antigua del territorio nacional. Tenían tenían lugar numerosas actividades, siempre relacionadas con el mundo del vino, que iban en aumento con los años. Una de ellas tuvo desde el primer momento una gran aceptación, la "Pisa de la uva", que se llevaba a cabo a los pies de la Catedral, entonces Colegiata, con la posterior degustación del nuevo mosto y la suelta de palomas. Presidiendo el acto de la pisa y la posterior bendición del nuevo mosto, se situaba la imagen del que era patrón de gremio de la vinatería de la comarca desde el siglo XVIII, San Ginés de la Jara, el cual curiosamente, fuera de dicha fecha no recibía ningún tipo de culto, ni siquiera en su festividad oficial el 25 de agosto.
En los primeros años de la Feria de la Vendimia surgió la idea de levantar en el cruce de los términos de Jerez, El Puerto y Sanlúcar una ermita a San Ginés, e incluso se llegó a ofrecer una viña para su construcción, pero posteriormente el proyecto cayó en el olvido. Al respecto del acto de la Pisa, sabemos también que en 1955 fue rodado por el "NODO" (Noticiero Documental) y muchos jerezanos acudieron a verlo en la pantalla del Cine Villamarta.
También se llevaban a cabo diferentes concursos laborales y de oficios bodegueros, en los que rivalizaban las cuadrillas de trabajadores de las diferentes bodegas de la ciudad. Entre ellos, cabe destacar el de toneleros, que se inauguró a partir de 1959 y que llegó a tener una importante resonancia nacional, pues en aquella época Jerez era el centro neurálgico de este gremio, por lo que cada cuatro años se reunían los mejores toneleros del país para concursar e intentar llevarse el primer premio, en el que se conoció como Concurso Nacional de Tonelería. Durante dicho concurso los toneleros que se presentaban debían construir una vasija nueva o reparar alguna bota deteriorada, que posteriormente era expuesta al público en el desfile o cabalgata, para la que se elegía cada año, desde sus comienzos en 1948, una Reina de la Vendimia. Se llevaba a cabo también una corrida-concurso, en la que se perdonaba la vida al toro que hubiese demostrado mejores cualidades y aptitud Tenían lugar, además, los que se dieron en llamar "Patios flamencos", recitales flamencos que se desarrollaban en los diferentes cines de verano de la ciudad, a los que ponía punto final un gran festival flamenco realizado igualmente en la Plaza de Toros. Éste pudo ser el antecedente de la actual Fiesta de la Bulería, nacida en 1967 y que se viene incluyendo desde 1991 en el programa de las entonces Fiestas de Otoño y las actuales Fiestas de la Vendimia.
Aquella feria y fiesta de la Vendimia llegó a ser un acontecimiento público jerezano de fama internacional. Cada año se dedicaba a un consumidor o potencial consumidor de los vinos jerezanos, y así quedaba reflejado en los barriles de la Bodega San Ginés ubicada en la Casa del vino, sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen.
Preparations
Unos días previos al comienzo de las fiestas, personal del Ayuntamiento se encarga de engalanar las calles del centro de la ciudad. Los balcones de las calles principales lucen banderas con los colores de la ciudad, en las farolas se ubican colgaduras que hacen referencia a la celebración y en los cruces de algunas calles se colocan andanas de botas de vino. Igualmente, la catedral y su torre campanario se visten con los colores de la bandera jerezana y se monta el lagar en el que tendrá lugar el acto de la Pisa de la Uva, se acotan también los espacios reservados a las autoridades, la prensa autorizada y para todos aquellos que hayan obtenido una invitación, y se acordona el perímetro.
Sin embargo, no existen carteles anunciadores y los programas de mano son muy difíciles de conseguir.
Explanation
Tanto el acto de apertura como el de clausura del programa de actividades de la celebración son sendos espectáculos flamencos. El primero de ellos es un concierto del guitarrista jerezano Paco Cepero, que tiene lugar en el Alcázar de la ciudad; el último es la celebración de la Fiesta de la Bulería en la Plaza de Toros, incluida antes en el programa de las entonces llamadas "Fiestas de Otoño".
En la tarde del domingo tiene lugar la tradicional "Pisa de la Uva" celebrada en el reducto catedralicio, a los pies de la catedral. En ella se recrea la pisa tradicional de la uva en los antiguos lagares de la campiña. Sin embargo, la apariencia es más la de un espectáculo privado para autoridades y algunos selectos invitados, que una fiesta popular. Todo el perímetro de la catedral se encuentra acordonado y protegido por una fuerte seguridad, en el interior del mismo se ubica el lagar donde tendrá lugar la pisa y una serie de sillas reservadas; también hay un lugar para el cuadro flamenco y otro para la banda de música municipal. Para todos los demás está prohibido, incluso el paso y el único lugar en el que podrán situarse sería en la parte trasera del decorado del lagar, en el acerado que se encuentra bajo la escalinata de acceso al recinto catedralicio, donde suelen ubicarse algunos vecinos y, principalmente, turistas.
Un grupo de treinta muchachos y muchachas hacen las veces de vendimiadores y, ataviados ellos con pantalón de jornalero y fajín y ellas con falda de lunares, se colocan sobre la cadera una canasta de uvas, hecha de varetas de olivo como las que tradicionalmente se utilizaban en la vendimia jerezana, y se dirigen desde la parte trasera a la delantera del lagar para depositar la uva a las puertas de la catedral. Los muchachos van escoltados por cuatro policías locales, vistiendo el uniforme de gala.
En el frontal de la catedral el deán bendice la uva, antes de que de nuevo los muchachos la depositen en el lagar. En el mismo se encuentran ya los pisadores, que van amontonando la uva al compás de bulerías, marcado por un cuadro flamenco en directo. Una vez que toda la uva de los canastos está dentro del lagar, da comienzo la pisa, realizada por la cuadrilla de pisadores mientras suenan los compases de la banda de música municipal. En cuanto se recoge la primera jarra de mosto, el deán lo bendice y se lo ofrece a San Ginés, situado igualmente en el frontal del decorado. Es entonces comienza un tremendo repique de campanas y da salida al resto del mosto, que los "arrumbaores" van recogiendo para, acto seguido, llenar las botas a la antigua usanza. Cierran el espectáculo los compases del himno de Andalucía y la actuación del cuadro flamenco.
Durante los días que duran las fiestas se instala en la céntrica Alameda Vieja un mercado medieval, en el que se exponen artesanías, así como diferentes productos gastronómicos y que, por el hecho de celebrarse en estas fechas, recibe el nombre de Mercado de la Vendimia. Así mismo, otra de las actividades que ambientan las calles del centro es el Festival Internacional de Títeres, que en el año 2010 ha festejado su décimo sexta edición.
En lo que respecta al vino, se han programado varias Jornadas de "puertas abiertas" en diferentes bodegas de la ciudad, que permiten la entrada a grupos en un determinado horario. Igualmente, se llevan a cabo una serie de catas magistrales conducidas por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Jerez en el Alcázar de la ciudad, previo abono de la correspondiente entrada, más dos catas abiertas al público en la Plaza del Arenal.
Por su parte la Fundación Teresa Rivero, siempre apostando por iniciativas de promoción de la ciudad, organiza un ciclo de conferencias sobre el vino de Jerez y una particular pisa de la uva, abierta al público.
En lo que respecta a los caballos se han establecido también unas jornadas de "puertas abiertas" a distintos clubs hípicos y las principales instituciones ecuestres jerezanas, como la Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre y la Yeguada de La Cartuja-Hierro del Bocado. Además, el último domingo se celebra en el Parque González Hontoria el Encuentro Ecuestre (en 2010 es su tercera edición), en el que participan unos doscientos caballos de distintas cuadras y centros hípicos de la ciudad, como el Club Bermejo, el Club Ecuestre Los Lagos, la Asociación Internacional de Monta a la Amazona, la Escuela municipal de Equitación y la Yeguada Militar.
Transformations
La Feria de la Vendimia, o Feria de Septiembre como tal, la de las casetas en el parque González Hontoria, fue suprimida por el consistorio jerezano a partir de 1982, y ese último año estuvo dedicada a la ciudad de Boston. Las razones que se alegaron desde el Ayuntamiento para tal decisión fueron por un lado de tipo social, porque la feria coincidía con el fin del período vacacional y el comienzo del curso escolar, lo cual ya acarreaba una serie de gastos extras a las economías familiares; por otro lado, porque, percibida como una "segunda feria" o "feria chica", no contribuía a la participación comunitaria ni su funcionalidad era la cohesión social, sino que se había transformando el ferial en un elemento más de un montaje comercial decimonónico. A modo de compensación, el Ayuntamiento ideó a partir de 1983 la que llamó "Velada de La Merced", que se celebraba durante un fin de semana en la Plaza de El Mamelón y que era prácticamente una verbena de barrio con atracciones de feria, que no tuvo prácticamente aceptación por parte de la ciudadanía.
No obstante, el Grupo de Exportadores de Sherry continuaron organizando su propia Fiesta de la Vendimia hasta el año 1990. Un año después el Ayuntamiento retomó las actividades de septiembre con el nombre de "Fiestas de Otoño". En ellas se mantenía inalterable el tradicional acto de la "Pisa de la Uva", que cambió su ubicación a la Alameda Vieja y que se complementaba con diversos espectáculos flamencos, entre los que destacaba la Fiesta de la Bulería, que pasó a incluirse en la programación de dichas fiestas; la Parada Hípica por las calles del centro histórico, en la que participaban centenares de caballos pertenecientes a instituciones hípicas locales públicas y privadas; y las festividades de los patrones de la ciudad, la Virgen de La Merced (24 de septiembre) y San Dionisio (9 de octubre). Es así que el programa de actividades se extendía a lo largo de todo un mes, pero no llegó a calar entre la población.
En 2008 el consistorio jerezano sustituyó las Fiestas de Otoño por las actuales Fiestas de la Vendimia, alegando que las primeras resultaban "dispersas y caras", y realmente lo eran. Sin embargo, el esquema de celebración no ha variado hoy demasiado; se han reducido en el tiempo a una semana, se han distanciado de las festividades patronales, se ha restaurado el acto de la Pisa de la Uva y a su tradicional ubicación en el reducto catedralicio, pero continúan sin tener el sentido de exaltación de las labores y los oficios relacionados con la viticultura y vinicultura que tanto la distinguieron y de los que toma su nombre.