Origins
Se trata de una romería con gran tradición en la comarca que se celebra desde el siglo XVI. De ello tenemos constancia por las "Relaciones Topográficas de Felipe II" fechadas en 1578, donde se narra como en esas fechas acudían a la ermita gentes de todos los lugares de la comarca para venerar a la Virgen.
Sabemos también que el actual santuario data de 1615 y fue construido sobre una pequeña ermita que existía con anterioridad al pie de un torreón árabe defensivo en mitad de un hermoso valle. Probablemente la ermita a la que hace referencia sea la que se describe en las Relaciones del citado monarca.
Por su parte, la Hermandad, aunque supone su existencia desde el siglo XVIII, en realidad su constitución oficial con estatutos es bastante reciente, posterior a la Guerra Civil.
En la leyenda fundacional de la devoción se cuenta cómo un pastor de Jódar, una localidad vecina a Bedmar, encontró la imagen de la Virgen en el paraje que le dio su nombre, junto al río Cuadros ubicado en terrenos bedmarenses. Rivalizan posteriormente los galdurienses (vecinos de Jódar), amparándose en la procedencia del pastor, con los bedmarenses, quienes quisieron llevarse la imagen a su pueblo, pero al subirla al carro este se volvió tan pesado que los bueyes no podían tirar de él, dándose entonces por sentado que la imagen deseaba quedarse en Bedmar y así se hizo.
Preparations
Los días 25 y 26 de septiembre se festeja a la patrona de Bedmar, la Virgen de Cuadros, y en los días previos o posteriores, que acercan la fecha al fin de semana, se extienden los diversos actos festivos y actividades propias de las fiestas patronales, entre los que destaca la feria de ganado.
El acto más importante dentro de este tiempo festivo tiene lugar el día 25 por la tarde y consiste en el traslado de la Virgen desde su santuario situado al pie del torreón defensivo de su mismo nombre, en el paraje del río Cuadros, hasta el pueblo, para una vez allí permanecer en la iglesia parroquial de la Asunción hasta su regreso a Cuadros, en la posterior romería de octubre. La Hermandad pone en la mañana de ese día, a disposición de todo aquel o aquella que lo desee, un autobús que los lleva hasta el santuario para luego regresar haciendo el camino a pie. San José, el copatrón de la localidad, sale a recibirla a la entrada del pueblo en el lugar conocido como Peñón de San José, donde se congregan la práctica totalidad de vecinos, tanto los que viven en Bedmar como aquéllos que debieron emigrar pero regresan en estos días para presenciar el acalorado encuentro entre ambas imágenes. Éste es marcado y narrado por los continuos disparos de cohetes mientras se acercan. Se trata de un momento muy esperado y emotivo para todos los presentes.
Al día siguiente, el 26, es el día grande y tiene lugar la fiesta religiosa. Amanece con la diana floreada a cargo de la banda de música que pasa a recoger a las autoridades municipales, reunidas en la puerta del Ayuntamiento y a los ocho Hermanos Mayores a sus respectivas casas para acompañarlos después a la iglesia, donde tendrá lugar la celebración de la eucaristía. Al término de la misma se celebra la comida de hermandad, a la que están invitados lógicamente todos los miembros de la hermandad, además de las autoridades civiles y eclesiásticas y el cuerpo de anderos. Durante esta celebración se eligen a los ocho hermanos mayores del próximo año. Por la tarde se procesiona la imagen por las calles de la localidad y los ocho hermanos entrantes, los que el próximo año ejercerán de hermanos mayores, serán quienes lleven las o horquillas de las andas.
Por otro lado, durante el mes que la Virgen permanece en el pueblo todas las tardes se reza el rosario en la iglesia parroquial, por eso el mes de octubre es conocido en la localidad como el Mes del Rosario.
A finales del mes, durante los nueve días anteriores al último domingo, se realizan los oficios religiosos en honor a la patrona de Cuadros que tienen lugar igualmente en el templo parroquial, finalizando el sábado anterior al domingo de la romería. Ese último día de novena, el cuerpo de anderos le canta a su patrona sus composiciones musicales escritas expresamente para ella.
Por primera vez en el año 2009, un grupo de parroquianos de Albanchez de Mágina, junto con el párroco de la localidad, han decidido hacer el camino desde su pueblo hasta la ermita de Cuadros a pie, recorriendo el antiguo camino que comunicaba ambas poblaciones para llegar justo a tiempo de ver a la patrona de Cuadros entrar en su santuario tras haber pasado un mes en Bedmar.
Explanation
Alrededor de las ocho y media del último domingo del mes de octubre, tiene lugar la celebración de la eucaristía en la iglesia parroquial de Bedmar, a la que asisten en su mayoría las personas de mayor edad y aquéllos que, por algún motivo, principalmente de salud, se encuentran impedidos para acompañar a la patrona en su camino de regreso al santuario. Se trata de un momento muy emotivo durante el cual los devotos de la patrona se despiden de ella hasta el próximo año
Una vez finalizada la eucaristía da comienzo la procesión por las calles del pueblo, desde la iglesia sale en primer lugar la imagen de San José acompañada y cargada por sus hermanos portando todos ellos la medalla de la cofradía. Encabezando la comitiva, se sitúa el estandarte de San José y sus ocho hermanos con las varas de mando, tras ellos, los hermanos de la virgen y sus veintidós anderos cargando las andas de plata, cerrando la comitiva la banda de música. Entre las dos imágenes se sitúa el sacerdote que acompaña a la Virgen únicamente hasta la salida del pueblo. El paso de la comitiva por la ermita de San José, que se encuentra en el Nº 9 de la Avenida Virgen de Cuadros, es anunciado con un gran repique de campanas y a la llegada de la imagen junto a las puertas de la ermita, éstas se abren y la Virgen se gira y saluda a una réplica existente dentro de la ermita del co-patrón San José, puesto que la talla original se encuentra durante todo el año en la iglesia parroquial. Hecho lo cual, la procesión sigue su camino hasta el final del pueblo, arropada por una gran cantidad de vecinos y visitantes
Justo a la salida del pueblo, al inicio de la carretera comarcal que llega hasta la ermita de Cuadros, en el mismo lugar en el que el día que la Virgen llegaba al pueblo la esperaba San José, se encuentran las carretas que en esta ocasión la acompañarán hasta su santuario. Allí en el lugar conocido como peñón de San José, muchos vecinos se reúnen desde muy temprano para ocupar un buen lugar desde donde poder presenciar la despedida de la virgen por su esposo San José. Cuando la comitiva llega al Peñón, los hermanos de San José, que son los que la encabezan, se salen de la misma echándose hacia un lado para situarse en paralelo con la peña y dejar pasar por delante de ellos las andas de su patrón, el cual les adelanta y se gira noventa grados para situarse al lado de los hermanos y dejar pasar a la patrona que llega tras él. La virgen lo sobrepasa y se gira ciento ochenta grados buscándolo, mientras San José gira otros noventa grados hasta quedar enfrentados. El párroco entonces dirige unas palabras a todos los allí reunidos, que finalizan con un ¡Viva la virgen de Cuadros! ¡Viva San José!, al tiempo que ambas imágenes son alzadas en peso entre evidentes signos de fervor y emoción. Tras el saludo inicial ambas imágenes se agachan una y otra vez en una serie de reverencias mutuas mientras suenan los compases del himno de Bedmar, para terminar dándose el esperado "beso" de despedida, en el que ambas imágenes se acercan tanto que casi se tocan. Hecho lo cual los anderos en un último alarde de fuerzas, aún levantan a pulso las imágenes una vez más. La tensión es tremenda pues hay que tener en cuenta que las andas de plata de la virgen pesan casi cuatrocientos kilogramos. Finalizada la despedida San José se gira para emprender la marcha de regreso entre los aplausos y vivas de todos los presentes, sus hermanos se marchan con él y más tarde se reunirán con el resto de vecinos en el santuario, al igual que el sacerdote. La Virgen continúa mirándolo mientras se marcha hasta que lo pierde de vista por entre las calles del pueblo, entonces se da la vuelta y continúa su camino hacia su santuario. Allí en el peñón, se unen a la comitiva las carrozas que la acompañarán en la romería, lo cual implica cierta polémica en el pueblo por ser un elemento incorporado el año pasado y que aún no ha calado totalmente entre los vecinos.
Antes de comenzar el camino, pasado el Peñón, se encuentra la Residencia de Ancianos, donde la Virgen hace una parada, se sale del grupo y se asoma hasta la puerta,, aguardando allí los abuelos y las abuelas que ya no la podrán acompañar para despedirla.
Seguidamente da comienzo el camino romero propiamente dicho. Durante el mismo se canta, se recitan poesías, se reza y se come. A penas se ha perdido de vista el pueblo, los romeros se disponen a comerse la tradicional torta de aceite con chocolate que les ayudará a coger fuerzas para llegar al final del recorrido, absolutamente todos la comen incluso se llevan de sobra para invitar algún forastero desprevenido. A lo largo del recorrido el cuerpo de anderos hace varios relevos, aproximadamente en cada kilómetro. El camino hasta el santuario discurre entre olivos en su mayor parte, ya casi al final cuando empieza a aproximarse al río Cuadros, el paisaje torna en una gran cantidad de huertas privadas, los huerteros salen a las puertas para ver a la virgen y ofrecerle a su paso ruedas y tracas de cohetes. Un poco antes de llegar al santuario, al cruzar el puente sobre el río, se les une la banda de música que continuará con ellos hasta arriba. El último tramo es una dura y larga cuesta que los anderos suben animados por los aplausos y el incesante grito de ¡Viva!¡Viva!¡Viva! de los romeros allí reunidos.
A las puertas del santuario se congregan una gran cantidad de vecinos y visitantes venidos desde todas las localidades de Mágina, como Albanchez, Jimena, Jódar, Torres e incluso de la capital, con el deseo de ver entrar a la Virgen. Uno de los momentos más emotivos tiene lugar en el arco que da entrada al santuario, justo al final de la mencionada cuesta, pues al ser de reducidas dimensiones, los anderos deben hacer de nuevo un alarde de fuerzas para que las andas pasen bajo él, sin sufrir daño, antes le han debido quitar la cruz que corona las andas para reducir un poco la altura de las mismas. Pero la Virgen no atraviesa el arco hasta que el cuerpo de anderos le dedique un último homenaje acompañados por el cajón flamenco y la guitarra, lo cual es vivido intensamente por todos los allí presentes. Una vez dentro del recinto pero antes de entrar al templo, las andas de la Virgen giran en redondo para que la multitud reunida pueda verla desde todos los rincones y seguidamente la entran y la sacan hasta tres veces antes de entrar definitivamente, entre el repique de campanas y los continuos vítores.
Una vez en el templo, tiene lugar una misa en su honor y, al final de la misma, los grupos de familiares y amigos se disponen a pasar un día de campo, a lo largo del cual aún serán muchos los que hagan continuas visitas a la patrona de Mágina para verla de cerca y en silencio. En los alrededores del santuario se han instalado una gran cantidad de puestos ambulantes y barras que ofrecen a los romeros y visitantes gran variedad de artículos, gastronómicos y de cualquier tipo. Otros muchos se han traído su condumio y se distribuyen a lo largo del área recreativa del río Cuadros para pasar el día.
Transformations
Hasta los años sesenta del siglo XX, el 25 de septiembre eran las autoridades municipales las que sacaban en una especie de trono-urna a la virgen de su ermita y la entregaban a los hortelanos a su paso por las huertas para que bendijese los cultivos y posteriormente ellos la acompañarían hasta el peñón de San José. Pero cuando se encargaron las andas nuevas y se constituyó el cuerpo de anderos, esta costumbre se perdió y desde entonces son los anderos quienes se encargan de la virgen durante todo el recorrido. Igualmente, el día de la romería, los huerteros ya no salen para cargar a la patrona de Bedmar unos metros, sino que por el contrario le ofrecen a las puertas de sus huertas, tracas y ruedas de cohetes
En esos mismo años, el mes de octubre era conocido como el "mes de los novios" porque, tras el acostumbrado rezo del rosario que tenía y tiene lugar cada tarde del mes en la iglesia parroquial, los muchachos formaban un pasillo a la puerta por el que pasan las mozas asistentes a los rezos y que serían rondadas por la noche. Se dice que "se ponían novios en la verbena de septiembre y en el Rosario se ultimaba".
Otro elemento que ha cambiado en los últimos años es la fecha de regreso de la Virgen al santuario, antes se hacía el 25 de octubre cuando la imagen cumplía justo un mes de su llegada al pueblo, pero por motivos de facilitar la asistencia de todos los vecinos se ha cambiado al último domingo de dicho mes.
Un elemento de reciente incorporación ha sido la ingesta de la torta de aceite con chocolate durante la romería, gastronomía asociada al ritual desde hace unos veinteaños; sin embargo el arraigo ha sido tanto que no hay un solo romero que no cumpla con lo exigido.
Un elemento aún más reciente, pero que ha tenido una muy buena acogida por parte de todos, ha sido la visita a la Residencia de Ancianos, cuyas obras finalizaron a comienzos de este año. Así que en la traída de la Virgen al pueblo en septiembre, el cuerpo de anderos hizo una parada a las puertas de dicha Residencia para alegría de los abuelos y abuelas que se encuentran en ella, y en la romería de octubre, en su regreso al santuario, ha vuelto a parar en el mismo lugar. El gesto ha sido muy aplaudido por todos los vecinos y muy emotivo para los mayores.