Origins
Desde la primera década del siglo XX, los tronos o pasos en las procesiones de Lucena son portados a hombros por cuadrillas de santeros, dejando atrás los modos antiguos en los que se llevaban con correones. Surge, por tanto, la "santería" como arte de procesionar imágenes.
Desde entones, la santería se ha rodeado de una serie de actos rituales que, en unos casos, son de carácter público, como el paseíllo hacia el templo, el atado de la almohadilla al varal, y otros privados, como son las Juntas de santeros.
Preparations
A lo largo de todo el año, el manijero va reuniendo a sus santeros en las diferentes Juntas, en un total de cinco o siete ocasiones. En la primera de ellas, Junta de Sitio, se adjudican los lugares que van a ocupar en el paso de andas cada uno de los santeros; la última, Junta Marca, es de especial importancia, dado que los santeros se marcan, es decir, se mide meticulosamente la altura hasta el hombro, con el fin de elaborar las cuñas que hagan equitativo el peso del trono. En estas Juntas, además, la comunicación entre los participantes se establece por medio de las saetas llamadas "Borrachunas" o "saetas de santería" que, acompañadas por el sonar del tambor, tienen letras improvisadas y constituyen elogios o puyas amistosas.
Para realizar el traslado de la Virgen de Araceli, una vez finalizadas las fiestas patronales en su honor en los meses de mayo y junio, y cuya advocación se remonta al siglo XVI, la Hermandad de María Santísima de Araceli designa cada año una agrupación, asociación o peña cultural diferente encargada de organizar todo lo necesario para la Romería de Subida de la Virgen al Santuario en la Sierra de Aras; en 2009 ha correspondido a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Agonía Orando en el Huerto, María Santísima de la Estrella y San Inocencio Mártir. Al mismo tiempo, elige al manijero, persona que manda la cuadrilla y que, a su vez, realiza lo que se conoce con el término de "aviar", o seleccionar la cuadrilla de santeros que portarán el paso de andas.
Días antes de la reunión, el manijero selecciona el lugar donde va a tener lugar la celebración de la Junta. Comprueba que reúne las condiciones apropiadas y contrata a los cocineros que van a tener a punto la comida y las bebidas. La mañana del día de la Junta queda preparado todo lo necesario en el local.
Explanation
La Junta Marca constituye una de las últimas y más significativas actividades rituales que llevan a cabo el manijero y la cuadrilla de santeros antes de portar las andas de la Virgen de Araceli en Lucena, consistente en un encuentro en el que se lleva a cabo la medición de alturas de los costaleros con el fin de elaborar las cuñas que hagan equitativo el peso del trono, así como se come, se bebe y los santeros intercambian saetas y fandangos entre sí, con letras improvisadas, que constituyen elogios o puyas amistosas.
Convocada por el manijero y celebrada en un local que reúne condiciones para ello, los santeros van llegando en la mañana y ocupando sus asientos en la sala de reunión, donde se ha instalado una mesa de consejo. En la parte principal de la mesa se sitúa el manijero, a su izquierda "el porrilla" o asesor/consejero del manijero, el Hermano Mayor de la Cofradía e invitados; estos últimos son nombrados popularmente como "chupones". A la derecha del Manijero se sitúa "el marcaor", o persona responsable de realizar la marca, y alrededor de la mesa, sin distinción de sitio, los santeros y los músicos que tocan los tambores que marcan el ritmo del paso de la Virgen.
Da comienzo la Junta con el ritual de realizar la marca de los santeros. Ésta se lleva a cabo con un medidor de alturas, denominado la "marca" y hecho de madera. El "marcaor", persona responsable de la marca, va señalando en una plantilla de papel las alturas de cada uno de los santeros, empezando por el más alto. Se mide desde los hombros hasta los pies, incluyendo la elevación del calzado o botas que llevan, que son las mismas que calzarán todos el día de la romería. Esta plantilla es la que se entrega y utiliza el carpintero para elaborar las cuñas de madera, sobre las que se colocan las almohadillas que nivelan por igual las alturas en las andas del paso.
Finalizado este momento, se procede a comenzar la Junta. El manijero, con esfuerzo, capta la atención y comienza a dar las instrucciones de cómo quiere que se realice la santería, es decir, las formas, actitudes físicas y mentales que deben mantener durante todo el recorrido y los lugares especiales que hay que tener en cuenta.
Los lugares que ocupan los santeros debajo del paso son los siguientes: en el varal del manijero, hasta la esquina de la salud, el Contraesquina del manijero, Pata del manijero, Cimbra del costao del manijero, Pata de la salud, Contraesquina de la salud y Esquina de la salud. Del costado izquierdo del trono: Esquina izquierda, Contraesquina de la izquierda, Pata de la izquierda, Cimbra del costao izquierdo, Pata de la mala, Contraesquina de la mala y Esquina mala. En la delantera del trono: Varal del manijero y Varal de la izquierda. En la trasera del trono: Varal de la mala y Varal de la salud. Los cuatro sitios interiores se llaman "repisones": repisón del manijero, repisón de la izquierda, repisón de la salud y repisón de la mala.
El Manijero, en su discurso, comienza indicando a todos los santeros que tienen que acudir el día previo a la Romería de Subida a la Parroquia de San Marcos, a las una y media del medio día para colocar la almohadilla en las andas del paso. A las seis y media se reunirán en el lugar señalado para desayunar y recibir las últimas instrucciones. A las siete y media, ya en la Parroquia de San Mateo, los santeros se sitúan alrededor del paso de la Virgen, de pie, durante la celebración de la misa. A las ocho y media ocupan los sitios asignados en el paso de andas y se produce la salida.
Una vez quedan marcados los tiempos, indica dónde se situarán las carrozas de apoyo de alimentos y bebidas. Seguidamente, en un momento lleno de solemnidad, el manijero entrega, una a una, a cada santero la faja que llevan para proteger la espalda durante la procesión, ya que cada santero puede soportar unos treinta y cinco o cuarenta kilos aproximadamente. Calzan todos por igual botines de color negro, con tacón resistente que amortigua el peso, y visten pantalón de medio ancho, camisa blanca sin bolsillos (para evitar que se guarden objetos) y fajín de color azul que combina con el manto del color que lleva la Virgen ese día.
Son un total de veintidós santeros y cuatro suplentes, por si alguno tiene que sustituido, durante el recorrido, en términos de santería por si alguno "se raja".
Durante todo el tiempo de la charla del manijero, se invita a los asistentes a comer y beber vino de la tierra, concretamente "una uvita", término con el que se conoce la cantidad de vino que lleva una copa para tomar en un solo trago. En un constante paseíllo circular, que realizan los santeros alternándose, se invita a degustar los productos más típicos de la zona, como son las chacinas y carnes de cerdo.
Es el momento en el que el manijero y los santeros comienzan la fiesta, en un acto, donde la comunicación oral se produce mediante las conocidas popularmente con el nombre de "saetas borrachunas". En el cruce entre santeros situados en las "contras", o lugares situados en posiciones opuestas en el paso de andas, no exento de pique y cargado de una intencionada provocación, se intercambian saetas en un alarde de improvisación de las letras. En los inicios de la santería "cargar la contra" significaba volcar todo el peso posible en aquel santero que ocupaba el lugar opuesto, con intensión de provocar su equivocación y dejarlo en mal lugar ante el publico que presenciaba la ejecución de la santería. Hoy día, la provocación es solo verbal y se expresa en las letras de las saetas y en la forma de interpretarlas. Las saetas siempre son bien recibidas, con atención y contestada inmediatamente por la persona aludida, como si de un reto o desafío se tratase. En muchos momentos se pisan unas a otras, pero siempre sale adelante la voz que mantiene el tono más alto. Son continuas las alusiones a los lugares que cada uno ocupa en el paso, la Esquina Buena del Manijero, a la Esquina Mala, o continuas llamadas de atención del manijero a los santeros.
Sobre las cinco de la tarde se celebra el almuerzo, donde participan santeros e invitados. Después del café, continúan la fiesta y siguen las saetas y los fandangos y cada uno pone fin, cuando lo desea, prolongándose en muchos casos hasta altas horas de la noche. Tiempos atrás, las Juntas podían llegar a durar dos jornadas completas.
Transformations
Pocas son las transformaciones que se han producido a lo largo de los años en estas Juntas.
Quizás la más destacada es la duración; hoy día son más cortas que antes, ya que los nuevos tiempos no permiten la relajación de obligaciones familiares o profesionales.